"Este es un nuevo comienzo", aseguró Barack Obama en la cena de honor en el Centro Cultural Néstor Kirchner. El presidente de los Estados Unidos manifestó que tanto él como el presidente Mauricio Macri reconocen que las oportunidades no están vinculadas a dos líderes, sino que dependen de los ciudadanos y los intereses comunes que los países comparten y pueden promover.
Obama recordó que en 1961 los presidentes Arturo Frondizi y John Kennedy se reunieron en Florida, Estados Unidos. Y celebró que esta nueva reunión entre un mandatario argentino y uno norteamericano ocurre 55 años después, en Buenos Aires y en una era nueva y diferente en nuestro hemisferio.
El presidente estadounidense dedicó una parte de su discurso al Papa Francisco y consideró que Norteamérica y Argentina tienen muchas cosas en común. Para él, ambos países comparten el valor de la libertad y un compromiso ante la Justicia y los Derechos Humanos. "Intentamos cumplir con el ejemplo de un argentino singular: Su Santidad el Papa Francisco", agregó. Y destacó que el Pontífice se preocupa por las personas más vulnerables y por tratar al prójimo como querríamos que nos traten a nosotros.
Al final de su discurso, Obama citó al escritor argentino Jorge Luis Borges: "Y ahora creo que en este país tenemos cierto derecho a tener esperanzas". "Un brindis por Mauricio y Juliana, por la amistad entre nuestros pueblos y por nuestro derecho inviolable a tener esperanzas", concluyó.
Mañana, en el 40° aniversario del último golpe militar de 1976, Macri y Obama encabezarán un homenaje a las víctimas de la dictadura en el Parque de la Memoria. Más tarde, el presidente norteamericano partirá desde Ezeiza rumbo a Bariloche. Permanecerá unas horas en la ciudad rionegrina para descansar y ese mismo día regresará a Buenos Aires para volver a Washington.
