El contador y constructor Andrés Galera dijo que conocía al José López por "cuestiones sociales" y contó que estuvo cerca de venderla la casa deluxe de Tigre. Sin embargo, reveló que cancelaron la operación porque al exsecretario de Obras Públicas no le alcanzaba la plata. Por esto, el comprador fue Eduardo Gutiérrez, a quien López se la alquiló a un precio bajísimo.
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Galera, sospechado de ser el testaferro de José López, se negó a declarar ante el juez federal Daniel Rafecas y presentó un escrito. Tampoco aceptó responder preguntas y pidió ser sobreseído. Su abogado, Maximiliano Rusconi, reclamó que se declare nula la citación al empresario por no estar claro el delito del que se lo acusa.
En el escrito, por otro lado, el contador descartó haber "disimulado" el enriquecimiento ilícito de López y dijo que el exfuncionario siempre quiso comprar la propiedad que rentaba: "No he sido una persona interpuesta o que se ha prestado a disimular el incremento patrimonial de López, ni de ninguna otra persona".
Sobre la mansión detalló que adquirió la propiedad el 22 de mayo de 2008 y que se la vendió el 19 de mayo de 2010 a otro indagado en el caso, Eduardo Gutiérrez. Al comprar la propiedad, "se decidió la realización de un proyecto de reformas a los efectos de revalorizar y poder de esa manera obtener un cierto rédito entre la compra y la venta de la misma", explicó.
El empresario reiteró conocer a López y a su esposa María Amalia Díaz y agregó que siempre quisieron comprar la casa. Por ello, la mujer -justificó- se mostraba interesada en las reformas que se hacían a la propiedad y se contactaba con el arquitecto a cargo, Federico Curcio.
Galera y Gutiérrez fueron indagados como supuestos partícipes necesarios del enriquecimiento ilícito de López, preso desde la madrugada del 14 de junio.
