En los últimos años de gestión del kirchnerismo, Cristina Kirchner tenía una costumbre cada vez que encabezaba un acto en la Casa Rosada: salía al balcón interno del edificio para saludar a los militantes que la iban a escuchar. En el cierre de la presentación de Sinceramente en la Feria del Libro, la expresidenta repitió la escena.
Al finalizar el discurso que dio para contar detalles de cómo fue el proceso de escritura de su obra, Cristina fue hacia un costado. En lugar de irse de la sala en forma inmediata, se quedó unos minutos más y se paró en un balcón improvisado que estaba ubicado frente al público.
Desde ese lugar, Cristina arengó a los militantes. "Sinceramente le copamos la Rural", cantaron los simpatizantes kirchneristas mientras la exmandataria hacía el gesto de dar órdenes, como si fuera una directora de orquestas.
"Gracias, gracias", exclamó Cristina, con gestos de llevarse la mano al corazón. Al mismo tiempo, quienes fueron a escucharla le pedían a los gritos su firma en la portada de los ejemplares que, en forma desesperada y a los empujones, le mostraban.
Rodeada de un fuerte operativo de seguridad, la senadora de Unidad Ciudadana habló en la sala Jorge Luis Borges, la más grande del predio que tiene espacio para mil personas.
La exmandataria expuso durante 34 minutos, contó historias personales en torno a Sinceramente pero también dejó algunas definiciones políticas: pidió "un contrato social de ciudadanos" y evitó hablar de una posible candidatura.