A un mes de la tragedia de Once, Leandro Despouy, titular de la Auditoría General de la Nación, y Rubén Sobrero, delegado de la línea Sarmiento, hicieron duras críticas al respecto, en declaraciones a Código Político.
El funcionario manifestó reclamó que el organismo que dirige pueda "auditar todo" y que sus investigaciones en el sistema financiero no se vean bloqueadas por el secreto bancario. Reveló además que en la actualidad no pueden auditar la ruta de los fondos del exapoderado de Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender, porque el secreto bancario le impide a la AGN acceder a la información de las entidades financieras privadas. "Esperamos que en el futuro podamos auditar todo, que la auditoría no reciba secreto bancario", insistió el funcionario.
"El comportamiento empresarial es deplorable y ha servido de fundamento a decisiones del juez (de la causa, pero) al mismo tiempo está la responsabilidad estatal: el Estado conocía la situación de marcado incumplimiento", aseguró el funcionario, al tiempo que amplió que, tras los numerosos informes de la AGN sobre el servicio ferroviario, los ex secretarios de Transporte Ricardo "Jaime y (Juan Pablo) Schiavi nunca aplicaron las sanciones que había que aplicar".
Despiuy sostuvo además que "fracasaron los subsidios (a las empresas concesionarias), se transformaron en elementos regresivos: generan un "desincentivo" para las empresas". Y se quejó de que "no existe una adecuada rendición de cuentas de los mismos. El Estado fomentó un comportamiento de incumplimiento".
Es por eso que pidió "redefinir la aplicación de los fondos. Verificamos que la empresa hace contrataciones dentro de su propia empresa". Por otro lado, explicó que "el último informe (de la AGN) confirma altísimos niveles de incumplimiento". En este sentido, aseguró que "el Estado conocía el incumplimiento de TBA (empresa concesionaria de la línea Sarmiento)". Y agregó que "desde 2008 en adelante ningún informe fue tratado por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte".
En tanto que Sobrero cargó duramente contra la intervención del Gobierno a la empresa TBA: "De febrero para acá, empeoró todo. Todavía no aparacen los repuestos de los trenes: desde que vino la intervención no trajo ni un tornillo. Se siguen desguazando trenes para armar otros, pero no aparecen los repuestos"· Es por eso reflexionó: "Si vino para esto, honestamente se tiene que ir. Si no tiene plata para comprar ni un tornillo, ¿para qué vino?".
Respecto del juez Claudio Bonadío, que lleva adelante la causa, opinó que "no pone ni una ficha" por el magistrado, y manifestó que "la justicia en argentina tiene un gran problema, que es que el Gobierno está muy ligado con ella". "Cuando sacábamos a los muertos, había un juez que sacaba las pruebas de (el exsecretario de Transporte) Ricardo Jaime. Por último, se quejó por el "envío de una patota" que los obligó a terminar abruptamente un acto.
