Como era previsible el Gobierno le aceptó la renuncia a Jorge Ballestero, uno de los camaristas que junto a su par Eduardo Farah ordenaron la liberación del empresario K Cristóbal López, fallo por el que fueron muy criticados. Con esta medida el tribunal quedará con solo dos integrantes ya que Farah también se va, aunque para ocupar otro juzgado.
La aceptación de la renuncia quedó formalizada a través del decreto 450/2018 publicado en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Mauricio Macri y del ministro de Justicia Germán Garavano. El camarista había presentado su renuncia el miércoles pasado en una carta dirigida a Garavano y su salida se hará efectiva el próximo 1° de junio.
// Renunció Jorge Ballestero, uno de los camaristas que había liberado a Cristóbal López
Ballestero y Farah habían quedado bajo la mira por liberar a López y a su socio Fabián De Sousa por el no pago de $ 8.000 millones correspondientes al Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) de parte de la petrolera Oil Combustibles, además de beneficiar su situación judicial. Finalmente la Cámara de Casación dispuso la vuelta de los procesados a la cárcel y que la causa volviera a su carátula original.
La Magistratura lo investiga a partir de la causa que se abrió con la denuncia de la diputada y líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió, que le pidió al organismo que investigue si hubo "intereses económicos" detrás del fallo que benefició al empresario.
Ambos jueces además tienen otra causa en el Consejo, iniciada por pedido de la Corte Suprema de Justicia, para determinar el proceso a partir del que Farah fue convocado para integrar momentáneamente la Sala I de la Cámara Federal, con el objetivo de desempatar la votación sobre el futuro de López. El fallo de la Sala había sido dividido, ya que Leopoldo Bruglia se opuso a la liberación mientras que Ballestero se pronunció a favor de la liberación, lo que obligó a recurrir a un tercer magistrado (Farah) para desempatar.
Además de este caso Ballestero tenía otro antecedente polémico, ya que fue uno de los jueces de la Sala I de la Cámara federal que, en septiembre de 2016, rechazó la reapertura de la denuncia por presunto encubrimiento a Irán que el fiscal Alberto Nisman presentó cuatro días antes de morir. El juez argumentó en su dictamen que la presentación carecía de delito. Finalmente la causa fue reabierta por orden de Casación.
Con el alejamiento de Ballestero y Farah la Cámara Federal porteña quedará solamente con dos cargos cubiertos ya que solo estarán integradas por Bruglia y Martín Irurzun, a la espera de que se ocupen los cuatro puestos vacantes en el estratégico tribunal, que revisa la mayoría de las investigaciones de las causas de corrupción y narcotráfico.
