Carta Abierta fue el motor de "la batalla cultural" del kirchnerismo. El grupo de intelectuales que alzó por primera vez su voz en 2008, en una férrea defensa a Cristina Kirchner enfrentada al campo por "la 125", comenzó a perder peso en los últimos años con el la llegada al poder del macrismo. Hoy se está desintegrando y prepara un texto de despedida.
Luego del triunfo de la fórmula Fernández - Fernández, preparan el documento que sellará la desintegración paulatina que atravesaron en los últimos años, confirmaron sus miembros a TN.com.ar.
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Horacio González, exdirector de la Biblioteca Nacional y fundador de Carta Abierta, será el encargado de darle punto final al grupo. El sociólogo resistió a la merma de público durante los años del macrismo y dio continuidad a los encuentros en la Biblioteca Nacional. En diálogo con este medio adelantó que el grupo de intelectuales prepara "una carta despedida para dar por terminada esta época".
El mensaje sería emitido la semana próxima, luego de una última reunión. "Todavía no pensamos en qué términos se expresaría", dijo sobre el fin de Carta Abierta. A la vez, desalentó la idea de conformar un nuevo colectivo de pensamiento.
Una nueva corriente
Otros exmiembros tienen otra visión. Desde que se impuso en las elecciones generales, Alberto Fernández ensaya un estilo propio: dialogista y con la mirada puesta en la integración latinomericana en el mapa mundial. Su acercamiento al Grupo de Puebla resume en gran parte hacia dónde girará la Argentina tras el macrismo. En este espacio, la vicepresidenta se ubica en un segundo plano y con bajo perfil. Un cambio drástico para quienes integraron Carta Abierta. Incluso habían pedido en una de sus últimas intervenciones "Cristina presidenta".
Intelectuales que pertenecieron al movimiento cultural k captaron el mensaje: deben renovarse. Después de todo, fue su líder política la que eligió al exjefe de Gabinete al frente de la lista. Ambos Fernández piden cerrar "la grieta", un gesto que no pasó de largo entre los pensadores. Tampoco el surgimiento de un nuevo grupo más moderado y de mayor apertura: Agenda Argentina.
Aunque el primero en irse fue Jaime Sorín en 2016, fue Ricardo Forster el que hizo pública su partida del cónclave de pensadores y adelantar su desintegración. "Yo no participo más de Carta Abierta. Y Carta Abierta ha decidido dejar de funcionar. Tuvo un papel muy valioso con múltiples intervenciones”, aseguró a A24 días atrás.
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El filósofo adelantó que el grupo se despide para “para ponerse a disposición del nuevo ciclo histórico”. “Viene un tiempo de gracia en el que los poderes reales van a tener que aceptar que no son los dueños de la Argentina", afirmó y dejó en claro que la exmandataria aún posee influencia en el nuevo contexto: "Las decisiones las va a tomar Alberto, pero las opiniones de Cristina van a ser significativas”, aseguró.
Aníbal Jozami es otro referente que abandonó "hace tiempo" la entidad. El exdirector del Centro Cultural de la Memoria Haraldo Conti recibió duras críticas del kirchnerismo luego de hacer pública su preferencia por Florencio Radazzo en una eventual interna -que no se dio- frente a Daniel Sicioli como el candidato a presidente del Frente para la Victoria en 2015.
