La información sobre la verdadera misión que tenía el ARA San Juan salió a la luz. A cuatro meses de su desaparición, uno de los puntos más discutidos entre el Gobierno y la propia Armada giró sobre qué hizo la nave antes de dar su última comunicación, el pasado 15 de noviembre. Además de patrullar las aguas argentinas para detectar pesqueros ilegales, la embarcación formó parte de un ejercicio militar con toda la flota de la fuerza. Y la actividad quedó registrada en un video.
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El objetivo de este despliegue era hundir un buque en desuso, el Comodoro Somellera. Lo hicieron con disparo de misiles y con minas que buzos tácticos colocaron en el barco. La secuencia se puede observar en un video difundido por TN Central, en donde se grabó el momento de la explosión.
Las primeras versiones oficiales aseguraban que el ARA San Juan estaba navegando solo, pero a partir de este dato -que trascendió de un documento confidencial de la Armada- el rompecabezas cambió.
El submarino, con sus 44 tripulantes a bordo, completó este ejercicio junto a otras embarcaciones de la fuerza en un área cercana a la Isla de los Estados, cerca de Tierra del Fuego. Luego partió hacia el Golfo San Jorge para dirigirse a Mar del Plata. Pero nunca llegó.
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El informe confidencial también reveló la importancia de su patrullaje en las aguas nacionales. La nave no solo debía registrar la presencia de pesqueros extranjeros ilegales, sino además debía contribuir con un plan de "adiestramiento naval integrado".
En el punto 4 del escrito, se hizo hincapié en el protagonismo de su viaje. "Durante el desarrollo de toda la etapa se deberá enfatizar el concepto de conciencia de dominio marítimo (MDA), asociado a la permanente vigilancia y control de los espacios marítimos jurisdiccionales, de interés y de maniobra como tarea permanente de la fase previa del empleo del instrumento militar, conforme los planes en vigor", remarca uno de los párrafos, citados por el diario Clarín.
Versiones entrecruzadas
La semana pasada el Gobierno quedó en la vereda de enfrente a la Armada al asegurar que el ARA San Juan debía monitorear buques y aeronaves que operan desde las islas Malvinas. Según jefe de Gabinete Marcos Peña, esa era una tarea secundaria del submarino.
"Ello con el propósito de verificar el cumplimento de los convenios suscritos por ambos países, en cuanto a la obligación de informar los movimientos de unidades en zonas particulares", indicó el funcionario ante la Cámara de Diputados. Sin embargo, la Fuerza salió al cruce y desmintió dicha tarea. Negaron que haya navegado a pocos kilómetros del archipiélago. En un comunicado de prensa, remarcaron que se trató de un "error que puede confundir a la opinión pública".
Además, en una documentación con una enmienda manuscrita, se registró que una de las áreas de operaciones del submarino fue en un punto cercano a la costa este de la isla Soledad, frente a la ciudad de Puerto Argentino.
