Fernando Cartasegna sufrió tres ataques en menos de una semana: primero en la calle y después en su propio despacho. Por esta última agresión está bajo sospecha un empleado de la fiscalía platense donde trabaja, ya que el edificio es un lugar "muy difícil de transitar, con muchos recovecos", como lo explicó el Procurador Bonaerense Julio Conte Grand, que sospecha que el autor del ataque fue una persona que conoce bien el lugar. Además al momento de la agresión (en la tarde del miércoles) sólo quedaban en el lugar fiscales y empleados, según los registros.
Lamentablemente no es la primera vez que se producen ataques a fiscales, ya que hay al menos otros tres que sufrieron todo tipo de advertencias e intimidaciones, incluídos sus familiares. El primer fue el caso del entonces fiscal federal Pablo Lanusse, que investigaba contrabando de la llamada "mafia del oro", una estafa impositiva calculada en unos 20 millones de pesos, de la que la empresa Casa Piana fue señalada como la principal beneficiaria.
En 1996 tanto él como sus familiares sufrieron amenazas y agresiones por ese caso: el 6 de febrero de ese año Lanusse fue atacado por un desconocido que lo interceptó en plena vía pública y le cortó la cara con una navaja. Por ese entonces Lanusse ya había sufrido varias amenazas telefónicas, que habían empezado desde que había tomado la causa, a fines del año anterior.
Más adelante, en junio de 1996, su hermana Patricia Lanusse fue sometida a una horrorosa intimidación. "Escribite la palabra oro y apretá bien fuerte, que te tiene que sangrar", la obligó una persona encapuchada, que la hizo herirse la frente mientras le apuntaba con una pistola 9 milímetros.
El segundo caso también tiene que ver con un fiscal federal, Eduardo Taiano. Su hijo Federico fue secuestrado por tres personas en Semana Santa en 2005, presuntamente, para que el funcionario judicial desestimara la apelación a una denuncia contra Néstor Kirchner por enriquecimiento ilícito, justo en el último día que tenía el funcionario judicial para hacer una presentación. Taiano finalmente decidió no pronunciarse en contra de la decisión del juez federal Julián Ercolini, que había sobreseído al entonces presidente.
La causa implicaba investigar si Kirchner se había enriquecido ilegalmente entre 1995 y 2004, entre sus años como gobernador de Santa Cruz y como jefe de Estado. El mismo día presentó una denuncia en los tribunales de Comodoro Py por el secuestro exprés de su hijo. Ercolini había decidido sobreseer al mandatario sin siquiera realizar una pericia contable de sus declaraciones juradas. El fiscal no apeló, y la causa se cerró.
La jueza federal María Servini, en TN Central, mencionó este caso: "Tengo 42 años en la Justicia y jamás se vivió un clima así, como que secuestren al hijo de un fiscal", reveló la magistrada, que aseguró que el secuestro se produjo para intimidar al fiscal y que éste no apelara la medida, al hablar sobre las presiones del kirchnerismo a la Justicia.
// El fiscal que investiga la muerte de Nisman denunció amenazas: "Te vamos a hacer mierda"
Actualmente a cargo de la investigación de la muerte de Nisman, el fiscal denunció que recibió una amenaza telefónica donde le advirtieron que se deje de "joder" con "ese ruso hijo de mil puta", a través de un mensaje de texto enviado a su celular, en el que también se hizo referencia a su hijo. "Dejate de joder con ese ruso hijo de mil puta! Te vamos a hacer mierda a vos y a federico. Tienen los días contados...", fue el mensaje que denunció que le enviaron.
El último caso es justamente el del extitular de la UFI-AMIA, que investigaba el atentado a la mutual judía en 1994, que dejó 85 muertos. Su nombre tiene relación con los ataques a Cartasegna, ya que la persona que lo agredió en su despacho dejó escrito su apellido con azúcar, además de mencionarlo en panfletos con advertencias al fiscal platense.
Entre las amenazas de muerte que había recibido Nisman y que investigaba el juez Luis Rodríguez había una de 2012, a través de un mail que le advertía: "Vamos a cumplir la promesa de matarte a vos y a tu familia, pero antes vamos a hacerte mierda pública y mediáticamente. Ya logramos que te apartaran de la negociación de la causa AMIA y también logramos que Argentina arregle con Irán sin tu participación".
El intimidante correo había partido de la casila ivanvelazquez@hushmail.com y el nombre refería a Iván Velázquez, un exagente de Inteligencia y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que investigaba su exposa, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, como parte de una banda que hackeaba mails de dirigentes políticos y famosos.
// De acuerdo a una pericia, el punto negro sobre la frente de Nisman no es un error de impresión
Otra de las amenazas que era investigada por Rodríguez era la de un ejemplar de la Revista Noticias con una extraña marca que parecía simular un disparo en la frente del fiscal. Ejemplar que le había llegado a Arroyo Salgado un día antes de que su exesposo apareciera muerto, el 18 de enero de 2015, con un tiro en la cabeza en el baño de su departamento de Puerto Madero, en circunstancias sospechosas que la Justicia todavía no pudo aclarar.
// La denuncia de Nisman en tres minutos
Nisman venía de denunciar pocos días atrás a la entonces presidenta Cristina Kirchner, entre otros, por presunto encubrimiento a los iraníes acusados por el atentado, y debía presentarse al día siguiente en el Congreso para ampliar los detalles de su denuncia. La investigación sobre su muerte actualmente está a cargo de Taiano y Ercolini.
Según el excolaborador de Nisman y exagente de inteligencia Antonio "Jaime" Stiuso, el fiscal tenía una fatwa (una orden religiosa secreta de asesinato que había partido de Irán) desde que había confirmado los pedidos de detención de funcionarios iraníes como autores ideológicos del atentado.
