Amado Boudou declaró en el juicio por la compra de la ex Ciccone Calcográfica, en la que está sospechado de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública mientras era ministro de Economía. El ex vicepresidente aseguró que no cometió ninguno de los delitos que se le imputan, dijo que no conocía a su presunto testaferro Alejandro Vandenbroele y se quejó de que “las pruebas que se valoran en la causa son dichos y no movimientos de fondos”.
“A Vandenbroele no lo conocía, no lo conozco”, empezó Boudou su presentación ante el Tribunal Oral Federal 4. Así, el exministro negó haber recibido acciones de la empresa The Old Fund a través de su supuesto testaferro y apuntó al banquero Raúl Moneta: “La empresa era de Moneta, se está peritando la ruta del dinero. Me acusan por una presunción, las pruebas que se valoran son dichos y no movimientos de fondos”, reclamó.
Por otro lado, el exfuncionario se desligó de la acusación por negociaciones incompatibles y afirmó que las funciones del ministro de Economía no tienen injerencia ni sobre la Afip, ni sobre el Banco Central, ni sobre la Casa de la Moneda. También, aseguró que no participó del levantamiento de la quiebra ni del plan de pago del ente recaudador y afirmó que el organismo no necesitaba la opinión de nadie externo por sus reglas de funcionamiento.
El ex vicepresidente pidió sopesar las intervenciones materiales por sobre los dichos de terceros, que -consideró- “ muchas veces son interesados”. Sobre la acusación de llevar adelante una maniobra para que el Estado contrate a la ex Ciccone Calcográfica, afirmó que la institución que hace la contratación de billetes es el Banco Central, que tiene una “autonomía llamativa” del ministro de Economía. Y concluyó: “Acusarme de incidir en las decisiones de la entidad monetaria me pone en un lugar mucho más importante del que tuve, pero no hay ni un solo papel que lo pruebe”.
La sospecha del fiscal Marcelo Colombo es que Amado Boudou "estaba detrás" de The Old Fund, la sociedad que compró el paquete mayoritario de la empresa Ciccone Calcográfica en 2010.
El caso
Según la hipótesis de la causa, cuando la empresa Ciccone estaba en la quiebra The Old Fund apareció para ofrecerse a levantarla y quedarse con el 70% del paquete accionario, mientras conseguía un beneficioso plan de pagos con la AFIP y encaraba la impresión de billetes de moneda nacional.
En su acusación, el fiscal federal Jorge Di Lello consideró que Boudou "desplegó su influencia para facilitar las maniobras de adquisición de la empresa Ciccone Calcográfica y su posterior habilitación para contratar con el Estado Nacional", con la colaboración del resto de los acusados.