El bloque del PJ en el Senado atraviesa uno de sus peores momentos. El jefe de ese espacio, José Mayans, intenta sostener la unidad y propone que Unión por la Patria (UxP) deje de funcionar como un interbloque de tres espacios —Frente Nacional y Popular, Unidad Ciudadana y Convicción Federal— y pase a conformar un único Bloque Justicialista. La idea despertó fuertes cuestionamientos de Carolina Moisés y del gobernador santiagueño Gerardo Zamora.
El bloque kirchnerista, que quedará reducido a 28 senadores, podría perder más integrantes si se independizan los representantes de Convicción Federal —encabezados por Moisés y Fernando Salino— y si Zamora, senador electo, arma su propia bancada con dos legisladores. El mandatario ya le adelantó a Mayans que no integrará el espacio si la denominación es “Bloque Justicialista”.
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Zamora proviene de la UCR y en los últimos años mantuvo buena sintonía con el kirchnerismo, lo que facilitó su incorporación a los bloques parlamentarios. Pero las negociaciones con el gobierno de Javier Milei por el Presupuesto 2026 lo llevaron a reunirse con el ministro del Interior, Diego Santilli —que este viernes estará en su provincia— y sus posiciones internas están ahora en pleno debate.
Incluso ya trabaja en un encuentro con otros gobernadores, con diálogo con la Casa Rosada, para discutir la postura de las provincias en el Congreso y en las reuniones con funcionarios del Gobierno nacional.
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Con este escenario, el plan de Mayans —que comenzó la semana reuniendo a legisladores, diputados y dirigentes en la sede del PJ en Matheu— quedó, por ahora, suspendido.
Los senadores que crearon Convicción Federal, encabezados por Salino junto a Moisés, Guillermo Andrada y Fernando Rejal, no tienen intención de unificarse y podrían actuar de manera independiente. El paraguas de UxP, que contenía a las diferentes tribus del peronismo, se cerraría a partir del 10 de diciembre, cuando se reconfigure la Cámara alta tras los comicios del 26 de octubre.
Las críticas de Carolina Moisés
Moisés fue tajante tras conocerse la idea de avanzar hacia un bloque único llamado Justicialista. “Siguen declarando ‘unidad’ sin convocar a nadie. Siguen imponiendo sin consensuar ni una idea. ¿Unidad es con otros o con ellos mismos? Puros, el que piense distinto que se vaya. Me parece que ese es el mensaje de hoy. Subordinación o traición”, escribió en redes la senadora jujeña.
Desde Convicción Federal recuerdan que su salida del bloque, el 19 de marzo, respondió al cuestionamiento a la conducción de Cristina Kirchner en el PJ nacional. En aquel momento reclamaron abrir los debates, federalizar la discusión y representar al peronismo del interior.
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“De esta manera se refuerza la estrategia de apertura y debate interno; los miembros formarán parte de las decisiones sobre temas estratégicos, sumando voces en oposición al Gobierno Nacional”, afirmaron en el documento fundacional de la bancada.
Aunque en aquel momento decidieron seguir bajo el paraguas de UxP, hoy esa definición volvió a quedar en discusión y podría derivar en una ruptura definitiva con Mayans. Incluso sospechan que otros legisladores podrían sumarse a su espacio.
El rol de los gobernadores
Los gobernadores tienen incidencia directa en la recomposición del peronismo en el Senado. En Convicción Federal, Guillermo Andrada responde al mandatario catamarqueño Raúl Jalil, que evalúa crear su propio sector legislativo por fuera de UxP y es señalado por algunos como influenciado por Cristina Kirchner.
Gustavo Sáenz, gobernador de Salta, tendrá a su propia senadora, la electa Flavia Royón, y piensa en conformar un interbloque federal bajo el sello Innovación Federal, replicando la bancada de Diputados. Allí ya se encuentran los representantes de Misiones y Neuquén, pero busca sumar a más provincias.
También se reunió recientemente con el santafesino Marcelo Lewandowski, encuentro que ambos difundieron en redes. En La Pampa, Sergio Ziliotto influye en la posición de su senador Pablo Bensusán, que espera definiciones sobre un eventual salto político.
Un escenario incierto en la Cámara alta

Desde diciembre, el Senado conducido por Victoria Villarruel tendrá una bancada oficialista de 20 senadores nacionales liderados por Patricia Bullrich. Fuerza Patria —o Bloque Justicialista— sería la primera minoría con 24 miembros si se concreta la salida de Convicción Federal, pero el número podría bajar a 22 si Zamora y Elia Moreno arman su propio sector.
Ese escenario complica al kirchnerismo: Javier Milei no necesitaría negociar con Cristina Kirchner o con La Cámpora para alcanzar los dos tercios necesarios para designar ministros de la Corte Suprema o al Procurador General, nombramientos que requieren mayorías especiales. Los acuerdos podrían pasar, en cambio, por los gobernadores y por senadores ya ubicados por fuera de Fuerza Patria.
La UCR quedará con diez senadores y deberá resolver si mantiene al correntino Eduardo Vischi como titular del bloque. El PRO, encabezado por Martín Goerling Lara, tendrá cuatro integrantes y podría seguir articulando con la tucumana Beatriz Ávila. Provincias Unidas contará con tres bancas —Alejandra Vigo, Carlos Espínola y Edith Terenzi— y el Frente Renovador de la Concordia de Misiones retendrá dos escaños, representados por Carlos Arce y Sonia Rojas Decut.


