El caso de José Luis Espert, señalado por su vínculo con el empresario preso por narcotráfico Fred Machado, desató un temblor político que puede impactar en el resultado de la elección del 26 de octubre. A eso apuestan en el peronismo, mientras que en la Casa Rosada intentan minimizar los daños y que Diego Santilli logre fidelizar el voto macrista.
Aunque Javier Milei defendió al diputado y primer candidato de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, no pudo sostenerlo cuando las voces internas presionaron fuerte para que decline su candidatura, lo que terminó sucediendo este domingo. El problema que se planteaba no era solo político, sino también si alcanzaban los tiempos para la reimpresión de boletas y el costo económico de esa movida a semanas de la elección.
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En paralelo, Fuerza Patria ve la crisis libertaria como una oportunidad que no quiere desaprovechar. La estrategia es mantener el tema en la agenda y convertirlo en un eje de campaña, pero para eso necesita evitar que Milei recupere la iniciativa política.
En el massismo reconocen que el escándalo podría tener un radio de impacto mayor en la provincia de Buenos Aires y en la capital porteña, aunque dudan de que irradie con la misma intensidad al resto del país. Ahora, la duda es si la salida de su nombre de la boleta, puede ayudar a recuperar algo del terreno perdido, especialmente con el nombre de Diego Santilli y el sello PRO tomando fuerza.
“Lo que se denuncia es muy grave”, resumieron a TN desde el Frente Renovador, donde calculan que el desgaste libertario puede reforzar el escenario de polarización en el principal distrito electoral y obtener un resultado similar el del 7 de septiembre.
La apuesta de la campaña del peronismo bonaerense
En esa apuesta por mantener el tema en agenda, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, pidió que Espert dé explicaciones, mientras otros dirigentes apuntaron directamente a presionar por su renuncia.
“Tiene que dar explicaciones verosímiles, plausibles, que expliquen que no hubo dinero narco o vinculado al narco que haya ido a una cuenta de él o a su campaña”, señaló en una entrevista con Canal 8 de Mar del Plata.

En esa misma charla recordó que no solo la justicia norteamericana puso la lupa en los giros que recibió Espert, sino que también excolaboradores suyos aportaron testimonios comprometedores. “Empezaron a hablar todos los que formaron parte de su campaña diciendo que faltaba plata. Lo dijo Lemoine, que Espert se llevó plata de la campaña. Miren: Lemoine, la justicia de Texas, la secretaria de Lemoine, Fred Machado. La vocera de Espert. Nadie de esos es kirchnerista. Y están hablando a cara descubierta”, lanzó el gobernador.
En La Plata trabajan con una premisa: el caso no puede diluirse con el paso de los días. Para eso necesitan que Milei siga a la defensiva. El Congreso aparece como escenario ideal para mantener el tema en agenda: allí avanzarán con la presión para desplazar a Espert de comisiones relevantes y reavivar el reclamo de su renuncia a la banca.
En el peronismo bonaerense repiten por estas horas una máxima atribuida a Napoleón: “Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está cometiendo un error”. La frase resume la idea de dejar que la campaña se ordena en torno de una crisis del oponente y evitar cometer errores propios.
Al despliegue territorial, el apalancamiento en los intendentes y la confrontación con el discurso de Milei, se sumó estos días el embate contra las sospechas que pesan sobre Espert.
Kicillof busca al mismo tiempo consolidar su perfil nacional. Tras mostrarse en Nueva York junto a Pedro Sánchez y otros líderes progresistas, retomó las recorridas de campaña con Jorge Taiana. Además, dos de sus ministros viajaron a La Pampa para sellar acuerdos interprovinciales, un gesto que refleja su intención de ampliar la proyección de su discurso más allá de Buenos Aires con la mira puesta en 2027.
El encuentro con Cristina Kirchner también sumó un condimento político. No hubo foto, pero sí una señal de acercamiento en medio de las tensiones internas que habían quedado expuestas tras las elecciones de septiembre. Aseguran que fue un buen encuentro, necesario para mostrar unidad de cara a las elecciones, lo que suceda después está en suspenso. Queda el rol de Sergio Massa como armador de la paz en el peronismo.
La crisis Espert y su renuncia
Espert intentó frenar el vendaval el jueves con un video grabado. Allí reconoció que recibió una transferencia por US$200.000, pero la justificó como un contrato de consultoría con una minera de Guatemala vinculada a Machado. “Puedo haber pecado ingenuo, pero delincuente, jamás”, afirmó al negar cualquier vínculo con el narcotráfico. La explicación, sin embargo, no calmó la tormenta política.
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Este domingo llegó la confirmación de su renuncia a la candidatura: “No puedo permitir que el proyecto de país que emprendimos con tanto esfuerzo, se desmorone”, afirmó.
Más allá de la batalla discursiva, los estrategas peronistas saben que el tablero electoral no es sencillo. El crecimiento de terceras fuerzas amenaza con diluir la polarización y abrir la posibilidad de un escenario de tercios en algunas provincias, pero creen que pierde envión en el AMBA.
De todos modos, el cálculo inmediato está puesto en Buenos Aires y la Ciudad. Allí es donde más puede impactar el caso Espert y donde el peronismo espera recuperar aire en un tramo final que, hasta hace unas semanas, se proyectaba más equilibrado. La apuesta libertaria es que Santilli logre fidelizar el voto macrista.