El Gobierno de Javier Milei tomó nota del revés político y electoral que significó no solo la derrota en las elecciones legislativas bonaerenses sino también los rechazos en el Congreso a los vetos. Quedó en evidencia que el Ejecutivo no puede valerse solo para mantener la gobernabilidad.
En este sentido, activó un operativo para retomar el diálogo con quienes fueron sus aliados al inicio de la gestión libertaria, pero también busca tender puentes con aquellos dirigentes un poco más díscolos. Las internas están a la orden del día en todas las fuerzas políticas y Milei y su equipo buscan sacar una ventaja de ello.
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Este miércoles, el ministro del Interior, Lisandro Catalán, recibió al gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal. Según informó el funcionario en sus redes sociales, el encuentro fue para “dialogar acerca de la gestión, la relación de Nación con la provincia y profundizar una agenda de trabajo conjunta hacia el futuro. Tal como me encomendó el Presidente Javier Milei”.

“Seguimos avanzando para alcanzar los consensos necesarios que nos permitan llevar adelante las grandes reformas que el país necesita, fundamentales para consolidar el modelo que nos encamina hacia la prosperidad”, finalizó Catalán. “Es un gesto político, ya lo había dado a lrespaldar a Guillermo (Francos), cuando lo defendió del pedido de moción de censura. Tiene que ver con las conversaciones que se están llevando adelante”, afirmaron en el entorno del Jefe de Gabinete.
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No obstante, pese al entusiasmo en Casa Rosada, en las provincias no le dan mayor relevancia al encuentro. La cumbre con Vidal se explica por varios motivos, que no denotan un acuerdo político ni nada parecido. “El gobernador Vidal fue el único que salió a decir algo a favor de Guillermo Francos. Con Catalán puede hablar, porque es un Gobernador que siempre defiende el diálogo, más allá de los enfrentamientos y las tensiones, pero no va a pasar nada por ahora”, confió a TN alguien con acceso a ambos despachos.
La propuesta de los gobernadores
Lo cierto es que a principios de esta semana, Provincias Unidas dejó en claro su posición -con la presencia de Vidal en el acto- y dista mucho de estar en sintonía con la del gobierno nacional. “Estamos cansados de escuchar la pelea del kirchnerismo y el mileísmo”, señalaron los mandatarios reunidos en Chubut. Además, hubo críticas a la “soberbia, falta de respeto y de diálogo” de la Casa Rosada.
“La construcción de Provincias Unidas es mucho más que un acuerdo de campaña o de defensa de posiciones comunes en el Congreso. La idea es articular realmente entre las provincias y funcionar en bloque”, remarcó a este medio un armador de los mandatarios. Claro que ese acople no es sencillo en la práctica: “Hasta el 10 de diciembre que se tenga el nuevo Congreso, a lo mejor cueste votar siempre igual, pero la idea es hacerlo”, explicaron.
Pese a este intento de aunar fuerzas, ninguno de los gobernadores perderá su autonomía ni la independencia de votar según considere mejor para su provincia. Ese es un ítem claro puertas adentro de Provincias Unidas.
Los gobernadores mantienen reuniones en las que piensan articulaciones comerciales, políticas, de todo tipo. En ese marco se encuadran también las que tienen que ver con Nación. “Son reuniones institucionales. El Gobierno se está reuniendo mano a mano con los gobernadores. Somos un espacio político que viene a aportar sensatez y racionalidad, y está bien que haya diálogo”, indicó a TN un colaborador de un mandatario del centro del país.