En la recta final para la formalización de las alianzas, el peronismo bonaerense dio este martes un paso clave: convocó al Congreso del Partido Justicialista para el sábado, instancia formal para avalar los acuerdos electorales.
El plazo para la presentación de alianzas vence el miércoles 9 de julio. El Congreso partidario debe definir si el PJ se presenta en las elecciones de este año en un frente junto al Frente Renovador, que lidera Sergio Massa; Principios y Valores, de Guillermo Moreno; Patria Grande, de Juan Grabois; Kolina, de Alicia Kirchner; Nuevo encuentro, de Martín Sabbatella, y el Frente Grande, cuyo referente es Mario Secco, un aliado de Axel Kicillof e integrante del Movimiento Derecho al Futuro.
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Las negociaciones entre Massa, Kicillof y Máximo Kirchner por la conformación de las listas están encaminadas luego de meses sin contacto, pero las diferencias entre el líder de La Cámpora y el gobernador bonaerense siguen tensionando la interna.
La confirmación de la condena de Cristina Kirchner y su consecuente salida de la contienda electoral, además de los resultados de las primeras ocho elecciones en las provincias que también desdoblaron la fecha de votación, aceleraron el diálogo.
Reuniones y tensiones en medio de las negociaciones
Si bien hay diferencias en casi todos los puntos sobre cómo encarar la estrategia electoral, en lo que no hay debate es que la unidad es la única opción que puede ayudar el peronismo a no perder la elección en su provincia bastión.
Muchos suelen recordar que en las últimas votaciones de medio término al PJ no le fue bien en la provincia de Buenos Aires y que este año podría repetirse el mismo escenario. Sin embargo, esta vez es distinto. Kicillof intenta mantener su poder de negociación en la legislatura provincial durante sus dos últimos años de mandato si sus aspiraciones son candidatearse para presidente en 2027.

Pero también el kirchnerismo necesita que el peronismo se anote ese triunfo. El objetivo es doble. Por un lado, busca mantener o aumentar la cantidad de diputados propios en el Congreso nacional. Con 98 diputados, en la Cámara Baja este año pone en juego 46 bancas, casi la mitad del bloque. De ese total, casi un tercio (14) corresponde a la provincia de Buenos Aires, allí radica la necesidad del PJ de retener su bastión y de aplacar la interna.
Además, el PJ intenta hacer una demostración de fuerzas contra el Gobierno de Javier Milei y presentarse como la única opción para ponerle un freno a las políticas libertarias.
Para lograrlo, la condición que todos reconocen es que deben llegar unidos a septiembre. Aunque Máximo Kirchner y Kicillof volvieron a encontrarse el domingo, tras varios meses sin diálogo, las tensiones siguen latentes.
La convocatoria al Congreso del PJ para este sábado en la localidad bonaerense de Merlo, en vez de hacerlo en La Matanza, como viene sucediendo en los últimos años, generó un contrapunto en el Consejo de este martes en San Vicente. Cerca del gobernador creen que fue un destrato de La Cámpora a Kicillof. Pero más allá de esas chicanas típicas de dirigentes enfrentados, las negociaciones de las comisiones designadas por los tres líderes del peronismo siguen en marcha.