Javier Milei y Mauricio Macri se desconfían. Y se dijeron de todo: lo más suave fue “llorón”. Pero los dos coincidieron, en contactos reservados y entre sus negociadores, en que lo mejor para La Libertad Avanza y el PRO es ir unidos para enfrentar al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, todavía tienen mucho por negociar, no hay nada cerrado y acordaron ir por etapas. La primera no será sencilla: el 7 de septiembre son las legislativas provincias. El cierre del plazo para presentar alianzas vence el 9 de julio, y el 19 de ese mes deben presentar los candidatos.
Leé también: Karina Milei interviene para bajar la tensión en LLA y empezar a negociar con los aliados en la Provincia
Para las legislativas nacionales del 26 de octubre nada está dicho aún. Todo dependerá de lo que acuerden en Buenos Aires.
Milei y Macri dejaron todo en manos de sus negociadores, en dos frentes claramente definidos con sus espadas de confianza. Por un lado está Cristian Ritondo, el jefe del bloque PRO de diputados nacionales, que suele hablar con el Presidente y negocia con el poderoso asesor Santiago Caputo. Alrededor de la otra mesa se sientan Karina Milei y el diputado nacional Diego Santilli.
“Hay voluntad y decisión, pero no hay nada cerrado”, confiesan de uno y otro lado. Quizás la semana que comienza resulte fundamental para empezar a definir el acuerdo.

Una posibilidad -que entusiasma a Milei- es que LLA y el PRO cierren un frente electoral para las legislativas de septiembre y que en octubre los macristas adhieran a los libertarios, como pasó o pasará en alguna elección en el interior del país.
“La marca La Libertad Avanza es muy fuerte y el Presidente la quiere mantener en las elecciones nacionales. Eso no se negocia”, sostienen los que están muy cerca de Milei.
Libertarios y macristas coinciden en que no pueden subestimar lo que ocurra en territorio bonaerense, porque el destino de las nacionales está atado al resultado de Buenos Aires.
Una señal que toman en cuenta es la elección local de la Ciudad de Buenos Aires, sobre todo lo que sucedió en dos comunas -la 4 y la 8-, donde ganó Leandro Santoro con los votos peronistas y kirchneristas.
Leé también: El viaje de Milei a Roma abre la puerta a una visita histórica del papa León XIV a la Argentina
Se trata de barrios que tienen mucha similitud con el conurbano bonaerense: la Boca, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya, Villa Soldati, Villa Sarmiento y Villa Lugano.
Otra cosa que preocupa es la baja participación a la hora de votar, que se viene danto en cada proceso electoral. Eso puede ayudar al aparato que tienen el peronismo y el kirchnerismo, sobre todo en el conurbano y que puede decidir la elección.
Por eso la atención está puesta en dos secciones electorales, la Primera (norte y oeste) y la Tercera (sur), que tienen alrededor de 10 millones de personas habilitadas para votar. Una cifra nada despreciable.
Un tema que no es menor es la elección de los candidatos para septiembre y octubre. Es ahí donde aparecen los diputados José Luis Espert y Diego Santilli. Los dos piensan en las nacionales.
Frente a este panorama, Axel Kicillof y Cristina Kirchner también tienen en claro que deben llegar a un acuerdo para enfrentar con éxito y en unidad, aunque sea endeble, a la oposición.

Más allá de la predisposición a una alianza que puedan tener las segundas líneas, las diferencias y desconfianzas son tan profundas que solo una reunión cara a cara entre el gobernador y la expresidenta, sin Máximo Kirchner en el medio, puede generar el clima para un entendimiento electoral.
Solo los une el temor a una doble derrota.