Como en cada año electoral, la provincia de Buenos Aires queda en el centro de la escena por su caudal de votos y peso político. Además, en los últimos meses hay intensas negociaciones entre el PRO y La Libertad Avanza por sellar un acuerdo político para vencer al peronismo. Y en el medio -o por fuera- asoma la Unión Cívica Radical.
El radicalismo busca recuperar el protagonismo perdido en el escenario político, aunque el contexto de alta polarización no lo favorece. Por eso, analiza conformar alianzas con uno u otro lado de la grieta.
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Una de las opciones que se barajan es la de reeditar Juntos por el Cambio -vigente en muchos distritos- con el agregado del oficialismo nacional. Quienes auspician este acuerdo priorizan derrotar al kirchnerismo por sobre sus reparos morales sobre el liderazgo de Javier Milei.

Es una posición incómoda para un sector del radicalismo, aunque no se trata de un debate nuevo: ya se vivió una discusión similar cuando se unieron al PRO, con el que llegaron al poder en 2015. Allí también hubo fuertes discusiones sobre los valores del espacio fundado por Mauricio Macri, pero no les impidió acompañarlo.
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“Personalmente, observo que en el radicalismo del interior ve con alguna simpatía a LLA”, señaló a TN un legislador provincial que además es armador del partido en la provincia. “Se da un fenómeno similar al que pasó con (Mauricio) Macri en 2014-2015″, remarcó.
El caso es que hay quienes impulsan un entendimiento en la dirección contraria. En este grupo prima el rechazo al gobierno de Milei, hecho que los acerca a su principal competidor, Axel Kicillof.
Esta alternativa hoy es la que tiene menos probabilidades, en especial porque a priori es incompatible con quien hoy conduce al radicalismo bonaerense, Maximiliano Abad. Si bien en su entorno sostienen que “habla y tiene diálogo con todos”, sus principales críticas son hacia el kirchnerismo.

En las filas de Abad señalan que quienes impulsan ese acuerdo están cerca del presidente de la UCR nacional, Martín Lousteau. No obstante, el senador es más propenso a armar un espacio de centro que a un acercamiento con el kirchnerismo. Pero tiene un límite más claro y es Milei.
La chance de ser la tercera alternativa
“El radicalismo tiene la oportunidad de consolidar un espacio de centro, en especial a nivel local”, aseguró a este medio un dirigente de larga data en la UCR, que no comulga con la idea de ir con Kicillof ni con Milei.
Si bien es la posición minoritaria hoy en el partido, hay más de un dirigente que apunta en esa dirección. “En lo personal creo que el radicalismo puede ser convocante a distintos espacios que sean una alternativa a la LLA y al Kirchnerismo”, subrayó a TN una legisladora nacional.
Sucede que esta opción es la más compleja. “Hoy el peronismo y La Libertad Avanza se llevan el 70% del electorado en la provincia”, explicó a este medio alguien que impulsa un armado de centro.
Entre aquellos que siguen a Facundo Manes y lo acompañan en su labor legislativa en el bloque Democracia Para Siempre, tienen claro que el futuro no es cerrándose en la UCR. “Éramos conscientes que en 2023 que la sociedad estaba cansada de las mismas caras, ante eso el radicalismo no tuvo una estrategia nacional”, cuestionaron. “Las identidades partidarias están desconfiguradas, nosotros estamos en la construcción de una alternativa amplia, cargada de mucho sentido común”, agregaron.
“Lo que te puedo decir es que si Facundo juega (mide bien) no lo hará con LLA-PRO, o UCR si está se suma a ese acuerdo”, aclararon a este medio en el entorno del neurocientífico. Y una postura tomada: “Si hay un centro, ese centro debe ser intenso y popular y no una suma de dirigentes sin votos”.
El escenario menos favorable es el de la división de la UCR para cerrar en distintas alianzas, aunque también resta la chance de ir solos con su sello, con el riesgo de tener una cosecha magra de votos.