Un grupo de científicos que está aislado en la estación de investigación sudafricana SANAE IV, en la Antártida, denunció a un compañero de trabajo por agresiones físicas y pidió ser rescatado lo antes posible. El incidente fue reportado a través de un mail enviado la semana pasada.
Según denunciaron, el científico acusado no solo habría golpeado a un investigador, sino que también habría amenazado con matarlo a él y al resto del equipo. Además, los denunciantes revelaron que el agresor había cometido abusos sexuales contra otro miembro del grupo.
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De acuerdo a lo informado por la revista The Times, la estación SANAE IV, ubicada en un acantilado helado a más de 4000 kilómetros de Sudáfrica, está completamente aislada por las severas condiciones climáticas, con temperaturas invernales promedian los -23°C y los vientos pueden superar los 200 km/h, lo que agrava más la situación y hace imposible cualquier evacuación inmediata.
Dion George, ministro de Medio Ambiente de Sudáfrica, declaró que tomaría medidas para evaluar la situación con el equipo y examinar la posibilidad de intervención, ya que los científicos deberán quedarse allí durante al menos diez meses más porque los témpanos de hielo y el clima extremo hacen imposible la evacuación.
En este sentido, expertos en exploración alertaron sobre los efectos de la soledad y el estrés en la conducta de las personas que pasan largos períodos en el continente helado. “Las condiciones extremas, tanto físicas como psicológicas, pueden hacer que los conflictos se intensifiquen”, explicó George.

El equipo de la base SANAE IV, compuesto por nueve científicos dedicados a estudios meteorológicos, médicos y geológicos, se encuentra atrapado en un ambiente donde la interacción humana es mínima y las tensiones pueden escalar rápidamente. La estación utiliza módulos de investigación como alojamiento y está equipada con generadores diésel y sistemas de comunicación por satélite.
La situación fue calificada de “desgarradora” por las autoridades sudafricanas que están en contacto con otros países con bases cercanas, como Noruega y Alemania, para evaluar posibles soluciones urgentes. Sin embargo, dada la lejanía de la estación y las complicadas condiciones climáticas, las opciones de intervención son limitadas.