La gestión política no es una foto, es una serie de varias temporadas. Y el tiempo es el mejor aliado para olvidar los detalles de las primeras malas escenas.
Fue hace una semana que Javier Milei difundió la aparición de una memecoin, Libra. Se dispararon miles de sospechas y críticas sobre las motivaciones del Presidente. Un posteo extraño, difícil de explicar. Pero, por sobre todo, innecesario. Milei dice que lo publicó a título personal, pero dañó la figura presidencial y su propia imagen.
Leé también: El Gobierno reforzará los controles para acceder a Javier Milei tras el escándalo por la criptomoneda Libra
Casi 150 denuncias inundaron los tribunales, involucrando al jefe de Estado en una asociación ilícita, estafa, defraudación y otros delitos. Un exceso de acusaciones que no atormenta a Milei, porque sabe que las investigaciones judiciales son lentas. Igualmente, el primer mandatario recibió una buena noticia: todas ellas quedarán en manos de la jueza María Servini, quizá la jueza más poderosa y experimentada del país, que siempre demostró una gran habilidad para bajar el perfil de los escándalos y, con el tiempo, sacar las causas de la agenda pública.

Milei sabe que del laberinto no se sale hacia adelante, sino por arriba. Por eso, no estuvo dispuesto a retroceder y mantuvo en pie la agenda legislativa. Y, a pesar de estar atravesando el mayor escándalo de su gestión, obtuvo varios éxitos.
Leé también: El Senado convirtió en ley la suspensión de las PASO y este año habrá una sola votación a nivel nacional
El oficialismo logró la suspensión de las PASO. Los gobernadores ayudaron. Todos los que alguna vez se identificaron con Juntos por el Cambio aportaron sus votos también para bloquear la creación de una comisión investigadora en contra del Presidente. Fue decisivo el correntino Gustavo Valdés, que logró que el senador Eduardo Vischi cambiara su voto. Este año, en esa provincia y en Santiago del Estero no solo se eligen legisladores, sino también gobernadores. Sin PASO, la oposición tiene menos margen para organizarse.
Milei tuvo que ceder en un punto: la oposición logró que levantara la sesión para aprobar el pliego de Ariel Lijo. No le daban los votos para conseguir los dos tercios. El peronismo quiere forzar una negociación más amplia. Pero Milei no descarta, a su regreso de los Estados Unidos, nombrar a dos jueces por decreto y en comisión. Si Lijo aceptase esa vía de acceso, debería renunciar o tal vez pedir licencia en su juzgado. La otra alternativa de Milei es impulsar otro candidato.
El saldo es una muy buena cosecha legislativa para una pésima semana.
Leé también: La Casa Rosada buscó marcarle la cancha a Jorge Macri por la seguridad y recrudecerá la confrontación en CABA
Tampoco fue mala la semana en los mercados. El lunes fue un día más que negativo en el Merval y el martes las acciones ADR tuvieron un mal arranque en Wall Street, pero luego empezaron a rebotar. También se revirtió la caída de los bonos y una fuerte intervención oficial provocó que todas las cotizaciones del dólar —el blue había tocado $1255— retomaran su calma. Los mercados no prestan atención a los escándalos, sino que analizan si estos pueden poner en juego el programa económico. Y concluyeron que Milei sigue teniendo fuerza política para sostener su agenda.
El Gobierno mete presión para cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Insiste en que está todo negociado y que solo falta definir el monto y la secuencia de los desembolsos. El jueves, el Presidente tuvo su foto con Kristalina Georgieva, quien una vez más elogió los progresos del programa económico argentino. Pero el acuerdo aún no está aprobado por el directorio del organismo.
La (no tan) mala semana de Milei termina este sábado con el discurso que el jefe de Estado dará en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), donde se espera un encuentro y una foto con el presidente estadounidense, Donald Trump.