El radicalismo atraviesa un momento de crisis institucional, con cuestionamientos cruzados y pedidos de expulsiones. El detonante de los cortocircuitos es el vínculo con el gobierno de Javier Milei, donde la UCR no tomó una posición unívoca. Incluso hubo un grupo de diputados que se acercó al oficialismo de manera incondicional, lo que les valió la expulsión del partido este jueves.
El caso es que, con distintas posturas, Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat no se irán sin pelear. “Legalmente, vamos a fondo”, aseguró Arjol a TN. Además, el legislador agregó: “Políticamente, no vamos a entregar el partido a los K. Vamos a dar pelea”.
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Incluso fue un paso más allá: “Van a tener que intervenir misiones. En la provincia van a sacar una resolución que no va a acatar la resolución de Nación”. Y advirtió: “Lousteau cree que yo soy un puntero político de alguien, pero no sabe con quién se metió políticamente”.
Otros, son un poco más cautos. “Todavía no lo hemos decidido en conjunto, pero yo tengo la postura de que no vale la pena apelar. No hay que hacerle perder tiempo a la Justicia, a pesar de que es totalmente injusto y sabemos que lo podemos ganar”, afirmó a TN Luis Picat, uno de los radicales marginados por el Tribunal de Ética. Y agregó: “Los que tienen que tomar una decisión el día de mañana son los votantes, y por suerte a nosotros nos han votado y hemos ganado, hemos podido gestionar en nuestros municipios”.
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En su defensa, Picat manifestó que “hemos traído un aire fresco al radicalismo al llegar del sector privado”. Y apuntó contra el sector que no los quiere en el partido: “En el caso de Lousteau y Manes, que no han tenido la oportunidad de ganar, se han asociado al kirchnerismo”.
Por último, el diputado cordobés sentenció: “Vienen tiempos de reflexión en el radicalismo. Nosotros tenemos claro que vamos a profundizar el acompañamiento al Gobierno”.
Según pudo saber TN, la expulsión del otro “radical con peluca”, el neuquino Pablo Cervi, será analizada la semana próxima. Sin embargo, su caso sería diferente al de los otros tres.
Cervi preparó su defensa de otra manera, a través de un escrito político y “amigable”. Hay cierto consenso para aplicarle una sanción leve, y no expulsarlo, como a Arjol, Campero y Picat.
En el caso de los tres para los que pidieron la expulsión, la decisión final la tiene la Convención, a la cual pueden apelar y argumentar y, se necesitan 2/3 de los votos, situación que será muy compleja, en especial en el estado de máxima tensión entre los distintos sectores del partido.
“Más que nada buscan el efecto mediático y calmar a los talibanes”, remarcó un dirigente de la UCR a este medio. Y advirtió: “Cada vez más en el partido plantean el ir con LLA en alianza, ya que el centro no aparece”.
“No es la decisión del partido, es la resolución del tribunal de ética. Ahora tiene que reunirse al plenario y se aprueba o se rechaza, funciona también como espacio de apelación para que los diputados hagan su defensa”, explicó una voz autorizada del bloque radical a TN. Y remarcó: “Ese tribunal está sesgado por conflictos de intereses. Todos sabíamos que iba a salir así”.
Otra fuente legislativa fue lapidaria con uno de los integrantes del Tribunal de Ética: “(Juan Pedro) Tunessi junto a (Facundo) Manes y (Emiliano) Yacobitti están cuestionados por hacer fraude electoral en la última interna en la provincia de Buenos Aires. Así lo sentenció el juez Ramos Padilla y ellos apelaron buscando estirar los tiempos para bajar el impacto. Ya saben que lo pierden”. Y sentenció: “Ese señor no puede decir nada en nombre de la conducta de alguien. Cuando tengamos la sentencia de Cámara, el que será expulsado será él”.