El Gobierno nacional condenó “enérgicamente” el fuerte bombardeo ruso sobre la capital de Ucrania que ocasionó múltiples daños en la embajada argentina y en otras representaciones diplomáticas en Kiev.
“Este ataque constituye una grave violación del derecho internacional, que garantiza la inviolabilidad de las misiones diplomáticas”, esgrime la Cancillería argentina a través de un comunicado.
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Luego, agrega: “Condenamos enérgicamente cualquier acto que ponga en peligro la seguridad del personal diplomático y de la población civil, e instamos al cese inmediato de las hostilidades y al respeto de las normas internacionales”.
La embajada de la Argentina está ubicada en un edificio frente a una plaza en la capital ucraniana. Los proyectiles de uno de los 5 misiles balísticos que Rusia lanzó durante la noche de ayer cayó en dicha plaza, ocasionando los daños.
“Estamos todos bien, fueron daños materiales por suerte”, le dijo a TN Elena Mikusinski, la embajadora argentina en Ucrania.
En el mismo edificio se encuentran las embajadas de Portugal, Albania y Montenegro, que también sufrieron daños materiales, aunque la de la Argentina por encontrarse en pisos superiores se vio más perjudicada.
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Es la primera vez desde el inicio de la invasión a gran escala que una propiedad argentina es dañada por uno de los ataques del Kremlin.
Según reportaron las autoridades ucranianas, Rusia lanzó un feroz ataque con 5 misiles balístico y 40 drones iraníes. Como consecuencia, hasta el momento se reportó la muerte de dos personas y otros ocho heridos, todos ellos civiles.
Por su parte, el gobierno de Portugal también condenó el ataque “vehementemente” y convocó al encargado de negocios ruso.
Los restos de los misiles cayeron en tres distritos de Kiev, según el alcalde Vitali Klitschko y dejaron cientos de edificios sin calefacción durante varias horas. La zona más afectada se encuentra en el lujoso distrito del centro de la ciudad, donde el techo de un edificio de oficinas quedó parcialmente destruido.
Otros edificios, como el de la Universidad Nacional de Lingüística de Kiev, también se vieron afectados.
