La ruptura del bloque de la UCR en Diputados generó un cimbronazo en el partido centenario, pero a la vez abrió una oportunidad: la bancada nueva permite un margen de maniobra al sector más díscolo. Hasta ahora, quedaba sujeto a las decisiones de un espacio radical que se mostraba permeable a los pedidos del gobierno de Javier Milei.
Si bien el rompimiento ocurrió días atrás, el radicalismo venía partido desde hace tiempo. De hecho, en discusiones clave como la reforma jubilatoria y el financiamiento universitario hubo posiciones diferentes entre el sector que responde a Rodrigo de Loredo y el que siempre se referenció en Martín Lousteau y Facundo Manes. En aquella oportunidad, estos últimos trabajaron en dictámenes de minoría junto con Encuentro Federal. Y ahora, repetirán la estrategia.
Leé también: Diputados: el oficialismo consiguió dictamen para avanzar con la privatización de Aerolíneas Argentinas
“Es votación a votación”, confió un integrante del flamante bloque a TN. “Pero ya venimos trabajando con Monzó. Hoy firmamos dictamen de Aerolíneas con ellos”, señalaron en las filas del espacio “Democracia para siempre”.
No obstante, aclararon que “no va a haber interbloque este año”. El presidente de bloque, Pablo Juliano, sostiene que primero deben lograr una cohesión interna entre los 12 integrantes de la nueva bancada. “Hay que defender la identidad del radicalismo”, subrayan.
Leé también: El Gobierno enviará al Congreso los pliegos de 150 jueces en medio de la negociación por Lijo
“La idea es que pase con Aerolíneas lo mismo que con jubilados y universidades. Se cayeron los dictámenes de libertarios y Unión por la Patria y se aprobó los de tercera posición”, remarcó alguien que conoce la cocina de la estrategia radical.
El caso es que, en la práctica, ya hay un ida y vuelta aceitado entre los radicales opositores a Milei y la bancada que conduce Miguel Pichetto. Los nexos principales son Emilio Monzó y Nicolás Massot, que es quien escribe los dictámenes que luego firman ambos bloques.
El objetivo del nuevo bloque es, en primer lugar, “diferenciarse de la situación tóxica en la que estaban antes” y reforzar una identidad que perdieron este tiempo en el Congreso. Luego, a futuro, asoma probable una formalización de un espacio compartido con otras fuerzas. Tácticamente, ya sucede en distintas votaciones, pero sobre todo en el trabajo previo en comisiones.
Este martes se replicó este modus operandi, en la firma de dictamen sobre la privatización de Aerolínea Argentinas. Encuentro Federal y los radicales de Democracia para Siempre firmaron una tercera propuesta que señala que ”el proceso de privatización requerirá expresa autorización por ley del congreso para: vender o liquidar totalmente los activos de la compañía. Decidir el cierre de la operación de la compañía. Implementar cualquier medida que implique resignar el control de la compañía y/o al participación mayoritaria en el capital social”.
Al respecto, el presidente de bloque de la flamante bancada radical, Pablo Juliano, aclaró: “Nuestro dictamen habilita cuatro opciones. La primera es que el Estado pueda organizar un programa de propiedad participada público privada; también le damos la opción de que pueda incorporar la participación del capital privado, debiendo siempre el Estado Nacional sostener la acción de oro. A su vez, le damos la posibilidad de conceder la administración o la figura del gerenciamiento. Una cuarta opción es vender o colocar acciones o cuotas partes del capital social de la empresa, es decir, evitamos el desmantelamiento de la empresa”.
Respecto de la postura en el Presupuesto 2025, también se insistirá con dictamen propio. “Lo está terminando de escribir Massot”, apuntaron. Pero en el caso de que no prospere su iniciativa, es difícil que voten en contra de la propuesta del Gobierno en la general. Sin embargo, aclararon que le harán “cambios gravitantes”.