En todos los meses de Javier Milei, hay una cita fija: es la que tiene con Federico Aurelio, uno de los encuestadores al que más atención le presta desde que le anticipó, cuando nadie lo hacía (salvo los propios), que podía ganar las PASO del año pasado. Es un antecedente que ahora parece prehistórico, pero que abrió un camino de permanente seguimiento de los números que analizan juntos en detalle cada vez que sale un sondeo nuevo de la consultora Aresco.
Hasta mitad de año, compartían resultados de un escenario casi estático donde la escena predominante era la expectativa. “Estamos mal, pero vamos a estar mejor”. Con una imagen consolidada, que con pequeños movimientos se mantenía en 56 puntos, las conversaciones se concentraban en los detalles sobre la base de un panorama invariable y auspicioso.
Leé también: El posible veto de Milei al financiamiento universitario profundiza aún más la crisis en la UCR
Pero cuando se reunieron esta semana, por primera vez los números mostraron un cambio de tendencia. Después de nueve meses, la imagen que siempre le había dado positiva a Aurelio, le dio empatada. Está lejos de ser poco para el capital presidencial. Pero seis puntos menos, es un movimiento a observar. Mientras estudiaban, ya había pasado el asado de Olivos y la polémica por comer carne después de la confirmación legislativa del veto a una reforma previsional en un país donde la mínima es $234.000 ($304.000 si se suma el bono de $70.000). Sin dudas no es un problema creado por esta gestión, pero el costo se paga igual.
Las respuestas de los encuestados que enturbiaron su imagen sobre el Presidente apuntan naturalmente a las dificultades económicas pero también al tema jubilatorio. “Eso es porque no me entienden. Hay que explicarlo mejor”, se obsesiona el Presidente en la intimidad. No parecen preocuparle los movimientos en los sondeos. Le preocupa que la gente no entienda sus razones detrás del veto.
El que vino sobre jubilaciones. Y el que vendrá sobre el financiamiento universitario. Dos variables de una sensibilidad social extrema. Ya lo supo él con la marcha universitaria. Por eso en la cúpula del Gobierno hay quiénes intentaron que los escuche en la necesidad de no apurarse con el segundo veto. Pero no hay marcha atrás. Ayer llegó desde el Senado la ley recién votada y a la vuelta del viaje a la ONU que hará este fin de semana, firmará la anulación de esa norma. Circula como un mantra en los teléfonos de la mesa chica presidencial, una frase del dramaturgo George Bernard Shaw: “El hombre razonable se adapta a sí mismo al mundo; el hombre irracional persiste en tratar de adaptar el mundo a él. Por lo tanto, todos los progresos dependen de los hombres irracionales”.
Hubo quienes recordaron esta semana cuando Mauricio Macri le ganó las elecciones legislativas de 2017 a Cristina Kirchner en su pico de éxito, pero dos meses después, bajó ocho puntos su imagen por las toneladas de piedras y la reforma previsional. Todo lo que siguió ya es historia. En la Casa Rosada no gustan de los ejemplos de la “era M”. Entienden que la escritura de su historia se registra en renglones separados.
Es difícil mensurar todavía el impacto simbólico de ese asado del que nadie reconoció autoría. No fue una estrategia de Santiago Caputo. Hubo varios diputados libertarios y muchos más del PRO que preguntaron si no era mejor un café en la Casa Rosada para mostrar la relevancia de alcanzar alianzas que permita que la oposición no alcance los dos tercios de los votos en la Cámara Baja. A algunos se les hizo difícil ir a la comida a poner la cara a pesar de que estaban convencidos del apoyo. Otros aprovecharon demoras en comisiones del Congreso para ausentarse.
La semana se pobló de anécdotas del pago de los $20.000 a la salida. Se podía abonar sólo con tarjeta de débito y en los home banking de los diputados quedó registrado como destinatario la razón social “Comedor Casa Rosada”. Hubo quienes comentaban con picardía que no les habían dado ticket fiscal por el gasto efectuado.
El momento inolvidable de la noche lo dio el diputado radical, Mariano Campero, el único del grupo de los convertidos de la UCR que fue a la cena y después del discurso del Presidente -que terminaron en fuertes aplausos-, hizo algo inusual para el protocolo mileista. Pidió la palabra. El tucumano acercó un vino que trajo de regalo y dijo “Viva la libertad carajo”. Hubo un silencio vergonzante.
La trastienda de una bomba
Antes de partir a New York, a la asamblea general de las Naciones Unidas, sucedieron dos hechos relevantes para la agenda presidencial. Uno, de consecuencias todavía incalculables: el Papa Francisco, acompañado por Juan Grabois, dijo sobre la represión en las marchas en contra del veto: “El Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta, le convenía. Ténganlo en cuenta eso”. Y fue muchísimo más lejos cuando filtró un supuesto hecho de corrupción sin dar demasiadas precisiones: “Me contaba un emprendedor internacional, que estaba haciendo en Argentina unas inversiones. Fue a presentar al ministro un nuevo plan de nuevas extensiones, el ministro lo atendió muy bien y dijo ‘dejelo, ya lo van a llamar...’. Al día siguiente, el secretario del ministro lo llamó, le dijo si podía pasar en dos días, ‘así le entregamos el permiso’. Pasó, le entregó los papeles y la firma...y cuando se estaba por levantar, le dijo: ‘¿Y para nosotros, cuánto?’ La coima. El diablo entra por el bolsillo, no se olviden”. Ni un detalle más. Ni quién. Ni cómo. Ni cuando. El Gobierno está haciendo fuerza para aguantar en silencio.
El otro hecho de enorme magnitud es el adelanto de Marcelo Bonelli sobre el fallido destino de la principal obra que el Gobierno quería concretar con el RIGI (el nuevo régimen de inversiones). Es la planta de YPF en asociación con Petronas para exportar Gas Natural Licuado (GNL) que, después de una fuertísima disputa con provincia de Buenos Aires, se había anunciado para Río Negro. Salvo desde el lado del gobernador de esa provincia, Alberto Weretilneck, todavía no hay información pública pero se pueden adelantar hechos contundentes. Petronas centrará sus expectativas en un mega yacimiento en Surinam y Guyana y así se lo hizo saber a YPF. Por lo tanto, ya hace varios días que el Presidente Milei y sus funcionarios principales lo saben. Quedan apenas dos meses para una definición oficial porque en ese plazo deberían empezar los primeros desembolsos para hacer la ingeniería de detalle.
Si se confirma, no sólo se caería la inversión insignia del RIGI, sino que sería el fin de la ilusión de 30 mil millones de dólares frescos. En el ministerio de Economía, se sinceran: “No somos el lugar del mundo más fácil para hacer negocios. Es difícil imaginar que alguien traiga ahora una inversión de esa escala”. Sin embargo, todavía esperan encontrar otros socios.
Fue una bomba de explosión lenta. En YPF hay quienes aseguran que desde el momento en que se eligió Neuquén como sede para la exportación de GNL, ya estaban pensando planes B para el proyecto: empezar con barcos más chicos antes que una mega planta. El más conocido es el que difundió Pan American Energy con Golar, por la adquisición de un barco de licuefacción de gas. Esta alternativa es muy menor en volumen (se calcula un 8% de capacidad frente a la planta de GNL anunciada por YPF) y requeriría, además del barco, un caño para llevar el gas de tierra al barco. “Por ahí es más razonable ir de a pasos cortos”, dicen en Economía. Para tomar dimensión en números: Argentina produce 150 millones de metros cúbicos de gas natural por día. Con una planta productora de gas licuado, la expectativa era exportar a gran escala. El barco de PAE podría enviar 11 millones de m³ diarios. Hay ilusión con un segundo barco con capacidad de exportación de 18 millones de m³.
Estos sesenta próximos días serán reveladores de un final que ya parece escrito. Hay otras dudas más profundas alrededor del proyecto de la planta de GNL de YPF. ¿Existe el off taker -el cliente- para una oferta de esos volúmenes? ¿Quién invertirá ese dinero si no tiene aseguradas ventas de acá a 10 o 15 años? Estados Unidos, por ejemplo, tiene 9 plantas operativas y está construyendo dos más. ¿Hay comprador en el mundo para tanto gas adicional? Vuelve a aparecer la geopolítica en estos asuntos: ¿Es China el único comprador que podría garantizar ese volumen de compra?
Vuelve la campaña
El sábado próximo, Javier Milei inaugurará en Parque Lezama su primer acto político mirando hacia el 2025. El comando electoral que administra Karina con Lule Menem y Sebastián Pareja, entre otros, pensaba llevar al Presidente a La Matanza el mes pasado para inaugurar la pretemporada de campaña 2025 en el bastión más populoso del conurbano. Como siempre, en el tramo final de un año preelectoral casi todos los movimientos de la política son parte de un plano de construcción de estrategias para el próximo año.
La Libertad Avanza consiguió la personería definitiva que tanto buscó en provincia de Buenos Aires, lo mismo pasará en Ciudad de Buenos Aires y a nivel nacional. Son tecnicismos de procesos electorales pero es la ingeniería de la independencia. El Gobierno quiere reparar todos los porrazos de haber armado las listas como pudieron en 2023. Se tientan con un peronismo tan partido. Sobre todo en provincia de Buenos Aires. Las internas con el PRO en Ciudad son intestinas pero salvajes. A Santiago Caputo lo tienta todo lo que moleste a Mauricio Macri.
Finalmente, el primer acto será en Lezama, en Ciudad de Buenos Aires, el mismo lugar donde en 2021, el Presidente empezaba su carrera política al candidatearse como diputado nacional. Un par de horas antes de anunciar la convocatoria, subió a sus redes un video hecho con inteligencia artificial con el título KU-K 12, donde mostraba a Cristina Kirchner, Sergio Massa, Alberto Fernández, al sindicalista Roberto Baradel y otros, como portadores de un virus que había sometido a una Nación. El video se hizo, justamente, viral. El final, obviamente, es la aparición del “León”.
No son picardías casuales. Oficialismo y kirchnerismo se buscan para encumbrarse como contrincantes sobresalientes del 2025. No importa lo que dijo Máximo Kirchner el viernes a la noche en La Plata. Milei le contestará sin dudas al viral presidencial de Ku-K 12. Lejos del espanto, son coreografías electorales, antinomias favoritas que convienen a los dos.