Hay varios motivos muy sólidos por los que los jueces de la Corte Suprema no van a estar presentes en la firma del Pacto de Mayo convocado por el presidente Javier Milei. El acto será este lunes por la noche en la víspera del Día de la Independencia.
Pese a las dudas iniciales, el expresidente Mauricio Macri dejó su viaje en Europa para estar presente en el acto que empezará después de las 20, en Tucumán. También participarán 17 gobernadores.
Leé también: Milei busca avanzar con las designaciones en la Corte y envía al Senado los pliegos de Lijo y García-Mansilla
Los exmandatarios Cristina Kirchner, Alberto Fernández e Isabel Perón, sin embargo, avisaron que no asistirán. Otros ausentes son los cuatro ministros del máximo tribunal, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, que informaron su decisión a través del área de ceremonial.
Las cuatro razones detrás de la ausencia de los jueces de la Corte Suprema en la firma del Pacto de Mayo
- En primer lugar, el Pacto de Mayo es un acto eminentemente político, no un acto institucional. Los jueces que componen el tribunal esgrimieron su decisión en el formalismo de que no están habilitados por la Constitución para firmar pactos políticos como el que propuso el presidente Javier Milei.
- En segundo lugar, hay una interna entre Lorenzetti y el resto de los ministros. Lorenzetti es quien impulsa la candidatura de Ariel Lijo y el resto de la Corte de alguna manera no participa de esa jugada. No es que los ministros de la corte pretendan tener peso en la designación del próximo integrante, porque nunca los jueces supremos en la historia argentina tuvieron voz o fueron escuchados por el presidente de turno. Pero la interna entre Lorenzetti y el resto de los ministros tiñe todas las decisiones. Los cruces son de tal tenor, que el máximo tribunal creó una nueva secretaria penal para diluir el poder de Lijo, actual juez federal penal experto en estos temas.
- En tercer lugar, hay algo que molesta particularmente a Juan Carlos Maqueda, uno de los jueces de la Corte: cuando un juez cumple 75 años tiene derecho a pedirle al Senado un nuevo acuerdo para continuar en el cargo otros cinco años. Pero Maqueda no tuvo esa oportunidad porque el gobierno directamente propuso reemplazarlo por Manuel García-Mansilla y le agradeció a Maqueda los servicios prestados.
- Pero lo que más molesta a la mayoría de la Corte es la idea que dejó trascender el proyecto de ampliar la composición del tribunal y elevar el número de cargos de cinco a siete miembros. Desde el punto de vista político, eso le permitiría a Milei abrir una negociación con la oposición, pero desde el punto de vista judicial le resta peso a los actuales ministros y le quita independencia a la Corte a la hora de resolver varios temas pendientes.
Los 10 puntos del Pacto de Mayo
- La inviolabilidad de la propiedad privada.
- El equilibrio fiscal inamovible.
- La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno.
- Una educación inicial, primaria y secundaria, ágil y moderna, con infraestructura plena y sin abandono escolar.
- Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el crecimiento.
- La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para poner fin al modelo extorsivo actual que padecen las provincias.
- El compromiso de las provincias argentinas de encargarse dela explotación de los recursos naturales del país.
- Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal.
- Una reforma previsional que de la total estabilidad al sistema y aporte a quienes aportaron con su vida.
- Se abrirá al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser protagonista del mercado global.
Cuál es el objetivo de Milei con las designaciones de Lijo y de García Mansilla
En primer lugar, cambiar el equilibrio de poder en la Corte Suprema. Hasta ahora, Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz formaban un bloque y Ricardo Lorenzetti permanecía aislado. Ahora, con la incorporación de Lijo, Lorenzetti tendría más apoyo. Lijo es el hijo político de Lorenzetti y ambos estarán en sintonía.
Lorenzetti y Lijo conforman, desde hace muchos años, un tándem con gran predicamento dentro de todo el Poder Judicial. Y Lijo, quizá, es el juez federal penal más poderoso después de María Servini de Cubría. Tiene un enorme predicamento dentro de todo el Poder Judicial y un dato adicional que es fundamental: sus sólidos contactos políticos con toda la oposición le permitirán alcanzar, sin mayor esfuerzo, los votos suficientes de los senadores.
Por su parte, García Mansilla, actuante inmerso en el área académica —enseña Derecho Constitucional en la Universidad Austral— es un importante abogado, vinculado al mundo empresario y se especializó en el sector de los hidrocarburos. Pero, además, es muy cercano al Opus Dei, es conservador y antiaborto.