“Celulares y punzones en las cárceles”, escribió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el marco de las nuevas requisas en los penales federales tras la nueva amenaza narco en Rosario.
“Vinimos a poner orden”, sostuvo la funcionaria, que compartió una serie de imágenes con lo incautado por el Servicio Penitenciario Federal luego de requisas diversas cárceles en varios puntos del país.
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La ministra agregó: “Trabajamos para que no haya ni un solo preso con elementos que generen una posición de poder del delincuente frente al penitenciario”.
El tuit de Bullrich sucedió luego de grupos criminales incendiaran unos 13 autos en distintos puntos de Rosario. Allí dejaron nuevos mensajes con amenazas contra la ministra, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; y el ministro de Seguridad y Justicia provincial, Pablo Cococcioni.
“Cococcini, Pullaro y Bullrich, esto es por ustedes. Háganse cargo. Queremos que vuelvan las llamadas y visitas sino esto no va a terminar. Atentamente, Los Rosarinos”, decía el mensaje mafioso
Según indicaron fuentes policiales a TN, los autores se desplazaban en un Renault Clio gris y arrojaron elementos incendiarios sobre vehículos estacionados en distintas partes de Rosario. La seguidilla de ataques ocurrió entre las 2 y las 4 de la madrugada.
Otras amenazas a Bullrich en Rosario en menos de un mes
Unas dos semanas atrás ya había aparecido en Rosario un cartel con una grave amenaza contra Bullrich, en un puente de la Avenida Circunvalación, que bordea la ciudad santafesina.
“Patricia Bullrich metiste a todos los presos en un mismo pabellón, ahora vamos a dejar negro a Rosario y Buenos Aires”, indicaba el mensaje pintado de rojo y negro.
La ministra de Seguridad no tardó en contestar y a través de un tuit prometió que iban a “meterlos presos a todos”. “Se les acabó la joda”, concluyó.
Fuentes cercanas a la ministra del Interior indicaron entonces a TN que creían que la amenaza eras una reacción a la detención de Jorge Antonio Benegas, el extestaferro del capo narco Esteban Alvarado y el desmantelamiento de una red de actividades con lavado de activos.
Una semana después, dejaban en el barrio Las Flore otra bandera con amenazas contra un funcionario del programa de presos federales de “alto riesgo”. “Vamos a matar a cualquier visita en Buenos Aires”, decía el trapo tumbero.
La escalada de violencia en Rosario con crímenes al azar como el asesinato del playero Bruno Bussanich tiene en alerta máxima al gobierno de Javier Milei, que envió fuerzas federales en un masivo operativo antinarcos.
