La victoria de Javier Milei no solo puso en crisis a la principal coalición opositora, sino también a la hasta ahora coalición de Gobierno. Si el Frente de Todos, reconvertido en Unión por la Patria, venía ya en crisis durante los últimos dos años de gestión de Alberto Fernández, tras la derrota en el balotaje, la unidad quedó aún más en duda. Este miércoles, los bloques se reunirán para empezar a definir si se mantienen como tales, bajo qué liderazgos y con qué una postura frente al nuevo gobierno, que llega al Congreso con planes de meter cuña en el peronismo. Como en el resto de los espacios parlamentarios, también allí el ordenamiento inicial se anticipa provisorio.
En Diputados, si permaneciera sin fracturas, UxP se mantendría como primera minoría con 108 diputados, a 21 de los necesarios para alcanzar el quorum y con fuerte peso para la integración de las comisiones.
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Pero dentro de ese universo, reconocen en la propia bancada, conviven al menos cuatro sectores, todavía poco definidos en su magnitud, con diferentes posturas y necesidades: unos 30 o 40 diputados del camporismo/kirchnerismo, unos 20 o 30 que responderían a gobernadores, una decena de massistas del Frente Renovador y un grupo importante de legisladores sin referentes provinciales ni nacionales claros, entre los que también hay albertistas.
La primera incógnita era entonces, hasta este martes, si alguno de esos sectores podría romper y avanzar en el armado de un espacio por fuera de la hasta ahora bancada oficialista. La segunda era, si se mantenía la bancada, quién la conduciría y cómo desde el 10 de diciembre.
La reunión de bloque -aunque las conversaciones son diarias entre los distintos sectores- estaba convocada para este miércoles por la tarde. El jueves, ambas Cámaras realizar sus sesiones preparatorias en las que jurarán los nuevos legisladores electos.
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“Hay que discutir mucho. Los gobernadores tienen que definir si les sirve un espacio propio más pequeño para negociar lo suyo o un esquema más grande como ahora. Pero lo que está claro es que va a haber posiciones distintas frente al nuevo gobierno: no es lo mismo los de La Cámpora o grupos que pueden querer rechazar todo o casi todo, que los gobernadores que tienen necesidades de gestión”, dijo un diputado oficialista que no está alineado con el kirchnerismo duro ni con los mandatarios.
En ese contexto, algunos legisladores del PJ advertían en las últimas horas que la posibilidad de sostener un espacio medianamente unificado dependerá en gran medida de la “elasticidad” que pueda admitir el bloque desde el 10 de diciembre. En el espectro más peronista de UxP señalaban que no era una señal menor la presencia del apellido Menem en la presidencia de la Cámara y la capacidad de negociación de quien será el ministro del Interior, Guillermo Francos, con los gobernadores pejotistas.
En el sector referenciado en Máximo Kirchner, recordaron que los diputados camporistas “fueron electos por una fuerza política”, que “siempre, salvo en el acuerdo del FMI, acompañaron todo lo que la fuerza propuso y no se fueron del bloque” y, por lo tanto, negaron la posibilidad de un quiebre.
Entre los llamados “sin tierra”, circulaban versiones desde la posibilidad de que algunos diputados avanzaran en el armado de un nuevo espacio interno de corte “federal” en un esquema que dejara a UxP como “intebloque” poblado por distintos “bloques” (como fue Juntos por el Cambio), hasta legisladores que amenazaban con romper y armar sus propios monobloques por fuera de la bancada.
“Si bajan de arriba una conducción de bloque como si no hubiera pasado nada, si se mantiene todo como hasta ahora, como si no se hubiera perdido la elección, va a ser difícil mantenerse”, mostraba los dientes uno de ellos.
Hasta hoy, el Frente de Todos estaba presidido en Diputados por el santafecino Germán Martínez, hombre muy cercano a Agustín Rossi, el exjefe de Gabinete y excandidato a vicepresidente como compañero de fórmula de Sergio Massa en la última elección.
Sin certezas sobre si se mantendría el bloque, tampoco había en las últimas horas confirmación sobre quién podría presidirlo, pero muchos apostaban a la continuidad de Martínez, que pudo, en los últimos dos años, para articular a los distintos sectores sin pertenecer netamente a ninguno de ellos.
Otros diputados advertían que, más allá de la presidencia, si se mantiente, UxP probablemente se avance hacia un esquema de “conducción colegiada”, una mesa de decisión que represente a los distintos sectores, y que admita cierta libertad de acción sin que una votación dividida suponga una fractura formal.
En todos los espacios dan por hecho que se vienen meses intensos, no solo por el nivel de actividad parlamentaria, sino por el grado de tensiones que atravesarán los distintos bloques. “Hay que pasar el verano. No tiene sentido romper todo hoy, no le sirve a nadie. Pero recién arranca la discusión, hay que ver cómo se acomoda todo, por ahí empezamos todos unidos y en tres votaciones divididas... no se sabe”, decía en las últimas horas un diputado hoy oficialista.
El panorama en el Senado
Mayor es el hermetismo en el Senado, donde Cristina Kirchner, como ya avisó ella misma en su despedida en las últimas horas con los empleados de la Cámara Alta, seguirá teniendo peso importante más allá del diez de diciembre.
La bancada del FdT, que hoy comanda el formoseño José Mayans, tiene previsto reunirse este miércoles a las 18. Fuentes parlamentarias pronosticaban menor peligro de fisura allí que en la Cámara Baja. Hoy, de mantenerse unidos en el Senado, contarían con 33 legisladores, apenas a 4 senadores del quorum de 37.
La discusión más inminente en el Cámara Alta podría pasar por otro lado. En sus últimas apariciones públicas y en redes sociales, Cristina Kirchner afirmó que la presidencia provisional del Senado, segundo puesto en la línea sucesoria, le corresponde a La Libertad Avanza, aunque nada dijo respecto a Secretaría Administrativa y la Secretaría Parlamentaria, que controlan los recursos del cuerpo, ni si se habilitaría la definición de autoridades antes de febrero, como marca el reglamento.
El propio Mayans -alineado con el gobernador formoseño Gildo Insfrán- fue quien afirmó además públicamente que no compartía la postura de la Vicepresidenta y que no hay consenso interno sobre si acompañar a quien LLA propone como presidente provisional, Francisco Paoltroni, también formoseño y muy crítico con el gobierno de su provincia.
A días del cambio del Gobierno, que promete enviar rápidamente un paquete de reformas al Congreso, queda todavía mucho por definir en ambas cámaras parlamentarias.