Desde hace un tiempo, el rumor empezó a correr entre los vecinos del partido de La Costa. Y las largas filas en las cajas del banco provincia de las distintas localidades transformaron los rumores en sospecha.
Desde el municipio se entregan cheques para asegurar la fidelidad de los votos en las elecciones. Cheques para el que los quiera, para que los gasten en lo que tengan ganas.
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El mecanismo es bastante burdo: los punteros políticos del Frente de Todos inscriben a la gente para recibir un supuesto subsidio. No lo hacen en el municipio ni usan una computadora. Una simple fotocopia basta para anotar los datos de los beneficiarios. No hay un destino específico para su uso, ni una contraprestación.
A los pocos días, los anotados reciben un cheque por $30.000 y la boleta con la cara de Juan De Jesús como candidato a intendente. Lo único que deben recordar al momento de votar es quién les hace el favor.
La denuncia presentada por la concejal de Juntos por el Cambio, Evangelina Cordone, dice que más de 3.000 cheques se entregaron bajo esta modalidad. La mayor parte de los que recibieron el cheque ya lo cobraron.
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Son documentos que no pueden endosarse y que salen de las arcas del municipio costero. La mayoría de los que lo reciben necesitan el dinero de manera desesperante. Es en medio de esa necesidad que aparece el clientelismo con su cara más desvergonzada.
El esfuerzo por disimularlo es mínimo, un subsidio sin nombre, y una boleta para que el domingo nadie pierda la memoria.
