Juntos por el Cambio le sacó una diferencia de más de 35 puntos al peronismo en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de este domingo en la provincia de Santa Fe y la magnitud de la derrota lo dejó paralizado. Pasado el impacto, el oficialismo organizó una reunión para definir una nueva estrategia electoral, en la que no faltaron las acusaciones cruzadas.
Dentro del peronismo santafesino están quienes creen que la derrota respondió a una decisión del gobernador Omar Perotti de no jugar a pleno para la campaña; otros hacen una lectura más amplia y optimista y consideran que el ausentismo fue determinante para ampliar la diferencia, son los que más se entusiasman con poder dar vuelta el resultado en las generales de septiembre.
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Más allá de la búsqueda de explicaciones sobre las razones de la derrota, según pudo saber TN, la principal conclusión es que tanto el peronismo como Juntos por el Cambio perdieron votos en las PASO, por lo que la diferencia podría achicarse, por un lado, en la búsqueda de lograr ganar, tarea que se plantea casi imposible, pero también mantener cierta correlación de fuerza en la conformación legislativa provincial.
Barajar y dar de nuevo
La reunión duró hasta la madrugada de este miércoles. Hubo pases de facturas y acusaciones cruzadas, pero fundamentalmente se planteó la idea de barajar y dar de nuevo para salir en bloque a respaldar a Marcelo Lewandowski. Si bien Perotti no participó del encuentro, sí lo hicieron las primeras líneas, pero una mesa ampliada.
Muchos pidieron salir de la especie de letargo que dejó a algunos el contundente resultado, esperanzados fundamentalmente en conseguir que al menos la mitad del poco más de un millón de santafesinos que no fue a votar este domingo, lo haga en las elecciones generales de septiembre. JxC duplicó en votos al peronismo, con una diferencia mayor a los 530.000.
De manera individual, Perotti resultó el precandidato más votado en las PASO para diputados provinciales. Sin embargo, el frente Unidos para Cambiar Santa Fe (JxC) fue la fuerza política con mayor caudal de votos, y Juntos Avancemos (PJ) quedó en segundo lugar. Hay quienes aseguran que ese resultado tan favorable para el gobernador dejó en evidencia que jugó un juego personal y no colectivo. Para las generales, dicen, deberá cambiar.
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Dejando de lado las diferencias, el peronismo está decidido a no darse por derrotado antes del partido. Por eso, acordó salir a jugar fuerte en lo que plantean como una nueva campaña, con inauguración de obras públicas, licitaciones de obras nuevas, anuncios, visita de dirigentes de primera línea y respaldos consensuados. “Ningún partido se gana antes de jugarlo”, sostuvo Perotti.
El mayor temor del oficialismo (y la mayor expectativa de la oposición) es que en las PASO nacionales suceda algo similar a lo que pasó este domingo en Santa Fe.
