Las tensiones en Juntos por el Cambio están a la orden del día, a punto tal que no son pocos los que temen un rompimiento de la alianza opositora. El principal problema en la coalición es la feroz interna del PRO, que está lejos de llegar a su fin y ya no solo enfrenta a Horacio Rodríguez Larreta con Patricia Bullrich, sino que tiene ramificaciones en las distintas provincias.
Y si de jurisdicciones conflictivas se trata, no podía quedar fuera del listado la provincia de Buenos Aires. Allí, el Frente de Todos tiene a uno de sus grandes activos y al que le apuesta gran parte de su chance electoral, Axel Kicillof. Y es el candidato favorito, más allá de la intención de Victoria Tolosa Paz de competir. Juntos por el Cambio, al contrario, tiene un desorden de candidatos.
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El PRO resolvió hace apenas unas semanas limitar la competencia a dos nombres: Diego Santilli (Larreta) y Néstor Grindetti (Bullrich). Pero todavía se desconoce el destino de otro dirigente de peso que quedó en el camino, como Cristian Ritondo. El exministro de Seguridad bonaerense quedó sin referente nacional tras el paso al costado de María Eugenia Vidal y ahora escucha ofertas de un lado y del otro.
El caso es que la interna del PRO también se coló en el devenir político de su principal socio en JxC. El radicalismo bonaerense tenía un rumbo claro, al menos encaminado, encolumnado tras la figura de Facundo Manes a nivel nacional. El tándem Manes presidente, Maximiliano Abad gobernador era meses atrás el mantra que se repetía en el partido centenario de PBA. Pero eso cambió en las últimas semanas.
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Sucede que Abad se acercó al sector de Patricia Bullrich, pese a tener buen vínculo con Rodríguez Larreta (se hablaba de una fórmula de unidad con Santilli). Y es que no solo el PRO está dividido: un sector del radicalismo bonaerense, que lidera el intendente de San Isidro Gustavo Posse, tiene un acuerdo con Gerardo Morales. Entonces, los cables se cruzan y los espacios se agotan. Una de las salidas era cruzarse de vereda.
Pero también hay un costado territorial en esta historia. Según confiaron desde las filas de los halcones a TN, en las intendencias donde gobierna el radicalismo es donde mejor mide Bullrich y más diferencia le saca a Rodríguez Larreta. Y el respaldo de los jefes comunales no es menor a la hora de proyectar una candidatura.
El otro dato que señalan fuentes de la pata oficialista de la UCR de PBA es que Manes no quiere un acuerdo con Bullrich, pero tampoco puede acercarse a Larreta porque ya está Morales allí. Esto deja pocas variantes a Abad en su intento de instalarse en la provincia. O más allá, porque según pudo saber este medio, las conversaciones con la extitular del PRO incluyen la vicegobernación junto a Grindetti, pero también está la chance de acompañarla a ella en la fórmula presidencial.
En el radicalismo sostienen que todo puede pasar. “Final abierto”, remarcan, al tiempo que desconocen qué va a pasar con el vínculo con Facundo Manes. Tiempo atrás, las acciones “en solitario” del neurocientífico desconcertaron a más de un dirigente bonaerense. Y hay que recordar que se suspendió un gran acto que estaba planeado en Lanús. Primero se iba a hacer el 5 de mayo, después el 12 y luego se canceló, sin mayores explicaciones.
En cualquier caso, en el PRO sostienen que no habrá definiciones hasta después de la Convención nacional del radicalismo, pautada para el próximo lunes 12 de junio, dos días antes del cierre de alianzas y poco menos de dos semanas previas a la definición de listas.