La tensión interna de Juntos por el Cambio en Mendoza es tal que hace palidecer, por momentos, la disputa entre los candidatos a nivel nacional. Fuentes opositoras de la provincia advierten que “no hay marcha atrás” y que la coalición se encamina a ir dividida entre el PRO y la UCR en un distrito en el que manda el radicalismo y en la que además existen las PASO. El conflicto volvió a desatar las tensiones entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, que amenaza con intervenir el PRO en la provincia.
El panorama es complejo. La semana pasada, el senador radical y exmandatario provincial Alfredo Cornejo confirmó que será candidato de Cambia Mendoza a gobernador, para suceder a Rodolfo “Rody” Suárez, que no tiene posibilidad de reelección.
Leé también: Mesa del FDT: Alberto Fernández convocó a gobernadores y busca cerrar a intendentes, la CGT y la CTA
Sin embargo, hace ya meses, el principal referente del PRO en la provincia, Omar de Marchi -que juega en el armado nacional de Rodríguez Larreta- le declaró abiertamente la guerra a Cornejo y al radicalismo mendocino, y manifestó sus intenciones de competir por la gobernación por fuera de Cambia Mendoza con su propio frente. La decisión generó furia en el radicalismo, que a nivel nacional está comandado por Gerardo Morales.
Aunque Morales no tiene buena relación con Cornejo, el gobernador jujeño intercedió ante sus socios del PRO y le reclamó a la presidenta del partido, Patricia Bullrich -que llegó a evaluar a Cornejo como su candidato a vicepresidenta- y al jefe de Gobierno porteño -que tuvo a De Marchi como jefe de campaña en el interior- que ordenaran la situación.
Este martes, hubo una nueva cumbre nacional del PRO fundamentalmente para intentar encontrar alguna salida al conflicto en Mendoza. De Marchi no participó. Bullrich advirtió que debía tomar la decisión de intervenir el partido en la provincia y Larreta pidió “respetar el federalismo, que sean los referentes de las provincias los que resuelvan las discusiones locales y no digitar desde la Nación”. Sin solución, acordaron postergar las definiciones en una nueva cumbre la semana que viene.
“Sin retorno”: la interna de Juntos por el Cambio en Mendoza sigue escalando
“No hay retorno, no hay forma de que vayamos dentro de Cambia Mendoza”, anticiparon a TN desde el PRO mendocino. En el partido acusan a la UCR, y a Cornejo en particular, de gobernar la provincia con el Frente Renovador de Sergio Massa y Libres del Sur, partido de perfil progresista que años atrás llegó a tener como figura destacada a Victoria Donda.
Pero no es solo el PRO el que lanza estas críticas. También en la Coalición Cívica, que a nivel nacional conducen Elisa Carrió y Maximiliano Ferraro, hay un fuerte debate interno por estas horas respecto a qué hacer en Mendoza.
Una parte mayoritaria de la CC -donde recuerdan que el radicalismo no convocó ni una vez a la mesa provincial de JxC y hablan de “desprolijidades” en el manejo de las instituciones locales- se inclina hoy por enfrentarse a la UCR y organizar un frente con el PRO. Sin embargo, advierten: “Primero que resuelva el PRO. Bullrich y Larreta. Porque después llegan a acuerdo nacional y termina pagando la Coalición Cívica”.
En noviembre del año pasado, la Mesa Nacional había definido que en aquellas provincias en las que no hubiera PASO se realizarían internas abiertas (donde votan afiliados del espacio y votantes independientes) para definir las candidaturas, si no pudieran resolverse por consenso. En los distritos que existan las PASO, tendrán que hacer uso de ellas. Mendoza, como se dijo, tiene PASO.
¿Por qué no competir entonces en una PASO con el radicalismo? El nuevo frente, con De Marchi a la cabeza, también estaría integrado por otros espacios que no forman parte de Cambia Mendoza, como el Partido Demócrata, que no están dispuestos a integrarse a la coalición opositora y que la UCR tampoco aceptaría. En el mismo sentido, podrían sumarse sectores “liberales”.
Pero además, existe otro cálculo: en el PRO mendocino creen que el kirchnerismo no tiene ninguna posibilidad de competir y ganar las elecciones a gobernador. Por lo tanto, no hay riesgos. Si gana, gobernará el potencial frente encabezado por el PRO y posiblemente por la Coalición Cívica; si pierde, seguirá gobernando la UCR, pero el nuevo frente podría sumar peso político en la provincia y en la legislatura local.
Hace dos semanas, la UCR envió un ultimátum y puso como fecha límite el 15 de febrero, es decir, este miércoles para que todos los partidos que integran Cambia Mendoza confirmen o no su permanencia. En el PRO y la Coalición Cívica rechazaron el planteo, y advirtieron que, por decreto, el plazo para presentar alianzas cierra el 12 de abril.
“¿Qué van a hacer? ¿Pedir la intervención nacional del PRO si no definimos? Lo que menos les conviene es victimizarnos”, advertían desde el PRO mendocino en las últimas horas.