Cuatro de las siete mujeres mapuches que fueron detenidas durante el operativo de desalojo en Villa Mascardi y trasladadas a la cárcel de Ezeiza, en Buenos Aires, regresarán este sábado a San Carlos de Bariloche. Las mujeres dejaron el establecimiento del Servicio Penitenciario Federal y abordan un vuelo desde el Aeropuerto de San Fernando hacia esa ciudad.
La medida fue ordenada por la jueza subrogante Silvana Domínguez, a cargo de la causa que impulsó el desalojo que divide aguas en el Gobierno y empujó la salida de Elizabeth Gómez Alcorta del gabinete nacional.
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Fuentes del caso indicaron a TN que las cuatro detenidas serán alojadas en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en la aeroestación de Bariloche. Se trata de Martina Luciana Jaramillo, Debora Daniela Vera, Ester Andrea Despo y Florencia Melo, quienes fueron -en un primer momento- trasladadas a Buenos Aires, muy lejos de su grupo familiar, debido a que no había disponibilidad en las celdas de esa fuerza de seguridad, de acuerdo al argumento de la jueza.
“Encontrándonos próximos a que cesen los motivos que a mi entender hicieron necesario sus traslados al Complejo Penitenciario Federal IV y que obedecía esencialmente a asegurarle a las detenidas un espacio acorde, entiendo que esta ciudad es el lugar en donde las mencionadas podrán estar en mejores condiciones en razón de las personas que pudieran auxiliarlas mientras dure la detención impuesta”, explica la resolución de Domínguez.
Las cuatro fueron arrestadas por fuerzas federales que desplegaron el procedimiento (PSA, Gendarmería y PFA) en el asentamiento mapuche Lof Lafken Winkul Mapu. El grupo fue imputado por la Justicia federal en una causa caratulada como “incendio u otro estrago, atentado contra la autoridad y usurpación”.
La toma es de un predio de 40 hectáreas y los hombres que componen la agrupación continúan prófugos. En tanto, seis de las detenidas se negaron a declarar en su indagatoria. Una de ellas, en cambio, optó por defenderse en ese acto y dijo que solo estaba en el lugar para reunirse con una “machi” por un problema de salud.
Este mediodía, el CELS pidió en su cuenta de Twitter que sea un traslado que sea “respetuoso de los derechos humanos” y el organismo lamentó: “Después de tres días, ahora resulta que el mejor lugar es ese, del que nunca deberían haber sido sacadas”. “Es urgente que las autoridades aseguren un traslado que esta vez sea respetuoso de los derechos humanos. Esto, teniendo en cuenta los tratos denigrantes que recibieron”, agregaron.
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“Todo este despliegue constituye un proceso de evidente disciplinamiento y desprecio por las mujeres mapuches”, consideró el CELS que le reclamó a la Justicia que “no se les realice requisas en sus cuerpos, bajo ninguna circunstancia, en tanto desde el 5 de octubre estuvieron bajo custodia”.
También solicitaron que “no se les realice largos trámites de registro; no sean esposadas en el viaje; se les dé comida y abrigo; se les informe el destino, horario de llegada; y se extremen todos los recaudos para asegurar la dignidad de estas cuatro mujeres”.
En tanto, Betiana Ayelén Colhuan (machi de la comunidad) y María Celeste Ardaiz Guenumil -lactantes y madres de bebes de pocos meses- permanecen detenidas en la terminal aérea y, en el hospital Ramón Carrillo, está internada Romina Rosas con un embarazo de 40 semanas, indicó el diario Río Negro.