El exintendente de la ciudad de Corrientes y dos veces candidato a gobernador de esa provincia, Roberto Fabián Ríos, murió este lunes en la localidad fronteriza de Ituzaingó. Allí se desempeñaba actualmente como gerente de obras en Añá Cuá, brazo hidroeléctrico de Yacyretá.
Según sus amigos y allegados, Ríos estaba jugando al pádel en esa localidad ribereña, cuando de pronto sufrió una descompensación que terminó con su vida. El trágico episodio ocurrió pasadas las 18:00 de este lunes y se corroboró después en el centro de salud local.
Su muerte, a los 58 años, generó conmoción en todo el arco político e institucional. Más allá de sus fuertes posicionamientos ideológicos, siempre ligados al peronismo, cosechó un respeto casi unánime.
En declaraciones radiales, el director del hospital de Ituzaingó, Carlos Burgos, contó que una ambulancia se acercó hasta la cancha de pádel tras recibir el llamado. “Ríos sufrió un paro cardiorrespiratorio. En el hospital le hicimos un trabajo de RCP avanzado, pero de igual manera ya llegó sin signos vitales”, indicó el médico.
La inesperada noticia conmocionó a sus compañeros de militancia y también a sus adversarios, que de inmediato dejaron mensajes de condolencias en las redes sociales. Uno de ellos fue el propio gobernador Gustavo Valdés, de la Unión Cívica Radical, para quién Ríos fue “uno de los dirigentes más destacados del Partido Justicialista”.
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Además de ser dos veces candidato a gobernador por el PJ, en 2009 y en 2021, Ríos fue intendente de Corrientes entre 2013 y 2017. También fue diputado de la Nación entre 2011 y 2013, director del Banco de la Nación Argentina entre 2009 y 2011 y senador nacional por Corrientes entre 2003 y 2009. Asimismo, fue diputado provincial unos pocos días en 1999, hasta que fue destituido por la Intervención Federal.
El deporte que volvió con todo: las claves del regreso del pádel que fue furor en los 90´
Fue un boom, pero luego perdió atractivo y mercado. Sin embargo, desde hace al menos dos años, el pádel se reactivó de la mano de nuevas técnicas de construcción de los predios que echaron por tierra el mito de las lesiones.
Tras la habilitación por parte de diferentes gobiernos provinciales para practicar deportes luego de la cuarentena en 2020, volvió al primer plano este deporte que fue suceso en la década del ‘90.
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Esta actividad nació en 1969 en la finca de un contratista de Acapulco, que le puso paredes a su cancha para que no la invadieran las plantas. Logró ser sensación a fines de los 80´ y durante toda la década posterior. “Es una práctica que no tiene restricciones de edad, no requiere ningún talento ni una muñeca fina”, aseguran quienes lo practican.
Algunas de las razones que explican el resurgimiento del pádel en el país es la construcción de canchas modernas de blindex y césped que desterraron los miedos a las lesiones, paletas que facilitan el juego, la necesidad de hacer deporte luego de muchos meses de encierro por la pandemia y la profesionalización, con jugadores que triunfan en España.
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Según Lisandro Borges, presidente de la Asociación Argentina de Padel (APA) y organizador del Buenos Aires Padel Tour (uno de los Grand Slam del pádel, que atrae a los mejores jugadores del mundo), existen alrededor de 2 millones de personas que juegan en Argentina.