La jueza federal María Servini, a pedido de Ricardo Gil Lavedra, que desafía a Jorge Rizzo para la presidencia del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, se metió de lleno en las elecciones profesionales: los comicios se harán entre el martes y jueves próximo, pero solo se votará en la sede del Teatro General San Martín y en el Colegio y dio de baja las mesas que se iban a instalar en el conurbano bonaerense, en varias sedes del gremio de Panaderos.
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Rizzo, al frente de la lista Gente de Derecho, es el hombre fuerte del Colegio Público desde 2006 y fue cuatro veces presidente de la entidad. Gil Lavedra, excamarista federal y exministro de Justicia, que también fue jefe del Bloque de Diputados de la UCR, tiene el respaldo de trece agrupaciones muy fuertes.
Estas son: Abogados del Fuero, liderada por Patricia Trotta, peronista y presidenta de la Asociación de Abogados Laboralistas que va por la vicepresidencia del Colegio; Abogados de la Ciudad; Será Justicia; Abogados Esenciales; Abogados en Acción; Encuentro de Abogados Independientes; Abogados por Argentina; Confluencia de Abogados; Abogados de Pie; Justa Causa; Cambio Pluralista; Presencia y Acción y Bloque Constitucional. Un universo que se unificó para derrotar a Rizzo.
Las elecciones vienen picantes y se vota en medio de un contexto donde el Gobierno ataca al Consejo de la Magistratura y a la Corte, pero tienen una particularidad: son las primeras que se hacen cuando los expedientes judiciales pasaron a ser digitales. Es decir, los abogados no se desplazan a Tribunales y, así, no irán a votar porque están de paso, sino que tienen que hacerlo ex profeso.
Así, la agrupación de Rizzo decidió desdoblar los comicios en tres días: comienzan el martes y terminan el jueves. Pero además, propuso que no solo hubiera urnas en el Teatro General San Martín, sino que buscó que los letrados que viven en la Provincia de Buenos Aires, un 28 por ciento de los 80.000 habilitados, puedan votar cerca de sus domicilios, en los locales del gremio de Panaderos en Lomas, Morón, San Isidro, San Martín, Lanús, Quilmes y La Matanza. Rizzo dice que es positivo “acercar las urnas a los lugares más alejados”.
Gil Lavedra denunció que esas prácticas “facilitan el fraude, porque es imposible controlar las urnas en esos locales durante tantos días”. Y presentó un amparo en el juzgado federal a cargo de María Servini.
Servini le dio la razón al planteo de Gil Lavedra. La jueza resolvió que es correcto que las elecciones se realicen durante tres días, pero estableció que solo podrá votarse en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, para lo cual habrá que readecuar el padrón y trasladar las mesas de la Provincia al ámbito porteño.
“El desdoblamiento de los lugares de votación en un ámbito ajeno a la Ciudad supone un probable problema de control, organización, fiscalización e incluso logística, situación que no puede ser pasada por alto”, dijo la magistrada.