El Gobierno repuso al embajador en Nicaragua Daniel Capitanich, después de apoyar la resolución de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que condenó las últimas elecciones presidenciales en ese país.
Cancillería comunicó que la reposición del embajador en Nicaragua será para “tener información de primera mano” y para “aportar a la identificación de caminos alternativos para solucionar la crisis”, en ese país.
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El organismo actualmente a cargo de Santiago Cafiero había convocado en junio al diplomático para que informe sobre la violación a los derechos humanos de parte del régimen de Daniel Ortega.
Desde el ministerio de Relaciones Exteriores explicaron que “el llamado a consultas del embajador Capitanich tuvo un propósito: expresar la disconformidad argentina con las detenciones de líderes políticos” y la “preocupación sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua”.
Por qué la Argentina repuso al embajador Daniel Capitanich en Nicaragua
El ministerio de Relaciones Exteriores dijo que considera necesario “el trabajo en el terreno del embajador argentino, con su apreciación para que mantenga informada a la Cancillería sobre la situación poselectoral y las derivaciones que pueda llegar adoptar el Consejo Permanente de la OEA respecto a Nicaragua”.
Cancillería planteó que la Argentina “siempre apuesta al diálogo como salida” y que “los embajadores son vitales para hallar soluciones eficientes y viables en la actualidad”, manifestaron fuentes de ese ministerio a la agencia Télam.
Desde el organismo a cargo de Cafiero dijeron que la vuelta de Capitanich a la representación de la Argentina en Nicaragua “busca aportar a la identificación de caminos alternativos para solucionar la crisis entre todos los nicaragüenses”.
Giro del Gobierno por las elecciones en Nicaragua: aprobó la resolución de la OEA que las declaró ilegítimas
A mediados de noviembre el Gobierno dio un inesperado giro en la posición con Nicaragua, al respaldar la resolución de la OEA que condenó las últimas elecciones presidenciales en en ese país al afirmar que “no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”.
Cafiero dijo para justificar su voto: “Es claro que el respeto a la no intervención acompañada por el diálogo entre nuestros gobiernos no puede ignorar la violación de los derechos humanos, en particular de los derechos políticos, en un contexto de elecciones, donde las proscripciones y los presos políticos no tienen lugar”.
El voto de Cafiero en la OEA se contrapuso con el mensaje de la portavoz de la Presidencia Gabriela Cerruti, que había asegurado que la Casa Rosada no condenaría al régimen de Ortega en el organismo continental.