El Ministerio de Salud de la Nación llamó la semana pasada a licitación para la compra de 10 mil penes de madera semidura pulida con elementos para la promoción y educación sobre los cuidados en la salud sexual. El proceso de compra, estimado en $13 millones generó polémica y viralizó rápidamente. Tanto el gobierno nacional como el de la Ciudad de Buenos Aires salieron a defenderlo. En el medio, la pregunta frecuente es cómo son y para qué se utilizan los penes de madera.
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La licitación, realizada a través de la Resolución 35/2021, busca “asegurar una amplia disponibilidad de materiales de promoción”, con el propósito de ”concientizar y evitar la propagación de enfermedades de transmisión sexual tales como el VIH y otras ITS en el marco de la Ley N° 23.798″.
El 24 de junio pasado, la secretaria de Acceso a la Salud, Sandra Marcela Tirado, que reemplazó en el cargo a la actual ministra de la cartera sanitaria, Carla Vizzotti, le dio curso a un pedido de la Dirección de respuesta al VIH, ITS, Hepatitis virales y Tuberculosis para la compra de materiales de promoción de salud sexual que incluyen la compra de 10.000 penes de madera pulida. El monto asignado por la cartera sanitaria para la compra de los materiales, que incluyen también dispensers de preservativos y maletines de color turquesa, asciende a $13.371.100.
En el detalle del pedido sobre los penes de madera se especificaron las siguientes características: “Material: madera semidura. Medidas: alto 170 mm, diámetro del cilindro 40 mm, diámetro base 50 mm. Terminación: pulido. Embalaje: caja conteniendo 100 penes de madera”.
En los talleres de Educación Sexual Integral, estos penes se utilizan para enseñar el correcto uso del preservativo para prevenir la transmisión de enfermedades venéreas y los embarazos no deseados.
Por los penes de madera hubo tres ofertas: dos del extranjero y una de producción nacional. Luego de que se conociera la licitación, el mayor oferente de los productos se bajó de la licitación debido a que consideró que ”hay muchas posibilidades de que el negocio salga mal” por la alta inflación y la fecha de las elecciones, que generan incertidumbre en la actividad comercial. Se trata de Carlos Esteban Nielsen, un joven de 35 años oriundo de la provincia de Córdoba, quien había cotizado el kit completo de 10 mil penes de madera, dispensers de preservativos y maletines en unos $14.870.000.
Tras la viralización de la licitación, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, celebró el “inesperado” debate que se generó por la compra de penes de madera para las campañas de educación sexual integral y dijo que “no hace más que visibilizar y confirmar cuánto necesitamos la ESI en nuestra sociedad”.
Vizzotti, a través de su cuenta de Twitter, agregó además que las prácticas sexuales protegidas “previenen infecciones de transmisión sexual como la sífilis y el VIH. Enseñar a usar preservativos es una forma de educar en el cuidado individual y colectivo”.