La Cámara Federal porteña apartó este jueves al juez Julián Ercolini de una causa iniciada por el fiscal Carlos Stornelli a raíz de supuestas maniobras para imputarlo en el expediente en el que está detenido el falso abogado Marcelo D’Alessio.
Se trata de la causa conocida como “Operación Puf”, en la que Stornelli acusó al magistrado Juan María Ramos Padilla (padre del exjuez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla) y también al diputado Eduardo Valdés por unas escuchas telefónicas obtenidas en la cárcel de Ezeiza.
El camarista Roberto Boico aceptó la recusación contra Ercolini por “temor de parcialidad”. La denominada “Operación Puf” surgió, en rigor, de la difusión de unas escuchas telefónicas que fueron dejadas, de manera anónima, en el despacho de Stornelli y también en el de la exdiputada Elisa Carrió.
Allí, hablando del Caso D’Alessio -que aún no había estallado- el diputado Valdés le dijo al exfuncionario Juan Pablo Schiavi: “Stornelli puf, Bonadio puf”. En este sentido, Stornelli interpretó que allí estaba la matriz de la situación judicial que aún hoy atraviesa por su relación con D’Alessio.
La situación de Ercolini se ve atravesada por dos circunstancias opuestas: por un lado, interviene en una causa en la que Stornelli denunció actividades ilegales de Marcelo D’Alessio, como parte de una organización que ya estaba siendo investigada en el juzgado de Dolores. Por otro lado, se da la paradoja de que el fiscal es querellante en la causa que tramita en Comodoro Py y, por los mismos hechos, está procesado en la que tramita en Dolores.
Según Ramos Padilla padre, en su planteo de recusación Ercolini “ha dado más muestras de su ausente equidistancia al omitir dar tratamiento a las graves nulidades planteadas y avanzar en una instrucción de objeto ilícito”.
En la misma línea, agregó que “su accionar solo ha tendido a perjudicar y entorpecer la labor del Juzgado Federal de Dolores, con la única finalidad de favorecer a Carlos Stornelli y otros actores vinculados”.
Sin embargo, Boico omitió meterse en esas situaciones y limitó su justificación del apartamiento de Ercolini a que “el temor (de falta de imparcialidad) alegado resulta razonable si se repara en que la actividad que el magistrado pudiera llevar adelante en este expediente, difícilmente pueda disociarse del conocimiento e intervención que ha tenido en el otro”.
Tras la decisión de apartar a Ercolini, la Cámara Federal de la Ciudad de Buenos Aires deberá designar a un nuevo juez para que se haga cargo del expediente.