Tras el cacerolazo del miércoles por la noche frente a la Quinta de Olivos por las nuevas restricciones decretadas por el Gobierno para tratar de aplacar la segunda ola de coronavirus en el país, este jueves se registró una nueva protesta frente a la residencia presidencial. Se trató de un bocinazo, que fue convocado a través de las redes sociales bajo el hashtag #Nocierrenlas escuelas y con la consigna de manifestarse de manera pacífica.
En diálogo con TN, una mujer que protestó frente a la quinta presidencial dijo: “Estamos acá para defender a los chicos, porque si no salimos nosotros a la calle el Gobierno no los defiende. Mis hijos ayer lloraron y putearon después del anuncio del Presidente del cierre de las escuelas. Ellos adoran ir al colegio, pero cortándoles las clases de un día para el otro les derrumbaron el mundo”. Las muestras de disconformismo contra las flamantes medidas oficiales se replicó también en distintos puntos del AMBA, como por ejemplo Pilar.
Más temprano, cientos de trabajadores del rubro gastronómico se habían manifestado en la entrada de la Quinta de Olivos para mostrar también su disconformidad por las medidas anunciadas por el presidente Alberto Fernández, y amenazan con no cumplirlas.
Con banderas de la Argentina y un pasacalles gigante, los trabajadores agrupados en la Federación de Trabajadores Gastronómicos de la Provincia de Buenos Aires hicieron sentir su reclamo desde las 10.00 sobre la avenida Maipú, en la localidad bonaerense de Vicente López.
“Estamos en una crisis absoluta y no vemos una solución. No podemos cerrar más. No creemos que esto sea coherente. Estamos preocupados porque sabemos que el camino es el cierre y seguiremos perdiendo fuentes de trabajo. Queremos que el Gobierno revea esta situación porque, así, nos podemos seguir. Lo mínimo que queremos es que vuelva el ATP. Esto no tiene pinta de que va a durar dos semanas”, manifestó uno de los representantes de la entidad en diálogo con TN.
Es que el DNU, que se publicó en la noche de este jueves y entrará en vigencia a partir de este viernes y hasta el 30 de abril inclusive, apunta a restringir la circulación. Entre las 20.00 y las 6.00 sólo podrán movilizarse trabajadores esenciales, tanto en transporte público como en vehículos privados. Además, durante los 15 días que se extiendan las nuevas medidas, se cerrarán los shoppings y todas las actividades sociales, recreativas, deportivas, culturales y religiosas en lugares cerrados.
Los locales deberán volver a apelar al delivery como única fuente de ventas, sin posibilidad de contar con personas en las instalaciones, algo que afectó duramente a la economía del rubro durante la cuarentena. De hecho, desde el inicio de la pandemia ya fueron 150 mil los puestos de trabajo que se perdieron, con otros 200 mil en peligro de seguir el mismo camino, según informó la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina.
Fue el propio titular de UTHGRA Dante Camaño el que, en sintonía con los reclamos, sostuvo que la medida es “totalmente delirante” y que “no va a servir para nada”, además de asegurar que muchos no la acatarán. “Hay gente que va a cerrar y otra que no le va a importar nada y va a abrir igual”, afirmó en diálogo con CNN Radio.