El escándalo de los vacunados VIP envolvió al gobierno de Alberto Fernández en los últimos días y se llevó puesto a su exministro de Salud Ginés González García. Sin embargo, en un año de gestión, ese no es el único chanchullo que tuvo a los funcionarios como protagonistas. Entre compras con sobreprecios, gastos insólitos y ofrecimientos de puestos en el Estado, esa frase que el mandatario pronunció cuando recién comenzaba la cuarentena por coronavirus y que rezaba que “la Argentina de los vivos se terminó” parece haber quedado demasiado vieja.
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Es que, con el avance del tiempo, varias avivadas salieron a la luz y ahora los discursos y las acusaciones parecen volverse en contra. ¿Cómo podría definirse a esos funcionarios que hacen acuerdos con empresas que venden productos con sobreprecios y luego, tras conocerse el escándalo, no rescinden el contrato? ¿Y a esos que regalan cargos en el Estado? Tal vez, retomando las palabras que Fernández dijo hace un año podría decirse que son “personajes que se sienten poderosos y que pueden hacer lo que quieren”.
El top 5 de chanchullos de los funcionarios del Frente de Todos
Puesto 5: Gastos insólitos
Probablemente, una de las avivadas que menos revuelo causó, aunque no deja de estar enmarcada en un clásico: los gastos insólitos del Gobierno. En septiembre, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), comandada por Mercedes Marcó del Pont, gastó más de ocho millones de pesos en la “confección y colocación de cortinados de tela”.
La decisión se publicó en el Boletín Oficial y en el portal de compras del organismo recaudador. En concreto, el pago fue de $8.190.000 para el recambio de unos 1400 metros cuadrados de cortinas. ¿La justificación oficial? “Aumentar el confort y mejorar la imagen”.
Puesto 4: Sobreprecios en la compra de alimentos
Fue apenas empezaba la cuarentena por el coronavirus. El Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Daniel Arroyo, compró fideos, aceite y azúcar y los pagó más caros que en cualquier supermercado. La polémica licitación desencadenó la renuncia de al menos 15 funcionarios y expuso una insólita situación: una de las seis empresas beneficiadas no tenía experiencia en el rubro. Lo peor: todas continuaron contratadas por el Estado después.
Puesto 3: Cargos en el Estado
Victoria Donda, la titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), protagonizó un escándalo a principios de año cuando su empleada doméstica la acusó de haberle ofrecido un cargo en el organismo que dirige, supuestamente para que presentara la renuncia a la relación laboral que la vinculaba como trabajadora particular.
“Te estoy diciendo que por ahí se te puede anotar en algún plan. Necesito que me digas eso, si renunciás, porque hay que darte de baja para anotarte en el plan”, dijo Donda en unos audios dirigidos a su empleada que se viralizaron.
Puesto 2: Negocios para todos
El Ministerio de Transporte, a cargo de Mario Meoni, realizó una contratación directa por un servicio de asesoramiento financiero de la consultora LatinConsult, según publicó el sitio El Disenso. La firma en cuestión tiene entre sus socios al actual titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) Marco Lavagna. Desde el entorno del funcionario le explicaron a TN.com.ar que el actual funcionario dejó su lugar en el directorio de esa empresa en 2015, cuando se presentó como candidato a diputado por el frente que lideraba Sergio Massa.
Puesto 1: Ginés González García
Aunque el vacunatorio VIP fue lo que lo expulsó del Gobierno, ese no fue el primer chanchullo que se conoció del exministro Ginés González García. El año pasado salió a la luz que amigos y familiares obtuvieron un cargo en la cartera que él dirigía, encargada de llevar adelante la lucha contra el coronavirus. Como si fuera poco, se supo que algunos de ellos, además, eran socios del exministro y a través de esas empresas percibieron el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), una medida destinada a ayudar a las empresas más golpeadas por la pandemia.
