Félix Crous, titular de la Oficina Anticorrupción (OA) defendió este martes la resolución a través de la que el organismo deja de ser querellante en causas penales que investigan a funcionarios y exfuncionarios, entre estos, varios exintegrantes del gobierno de Cristina Kirchner y la propia Vicepresidenta.
“No somos una agencia de detectives anticorrupción ni somos un organismo parajudicial o parapolicial", señaló en diálogo con El Destape radio. A su vez, aclaró que “seguirán denunciando” ante la Justicia.
“Estamos haciendo lo que habíamos anunciado, que es ir reperfilando a la OA como una oficina que se dedique a desarrollar políticas públicas de transparencia e integridad desde el Poder Ejecutivo e ir dejando ese rol parajudicial que tuvo en el pasado, con mayor o menor intensidad”, agregó. La resolución firmada por el funcionario asegura que la decisión se debe a “falta de personal”.
Según pudo saber TN.com.ar de fuentes del organismo, la OA es querellante en 28 causas penales en las que se investiga a exfuncionarios K. Entre estos expedientes se encuentra la Ruta del Dinero K; los cuadernos de la corrupción y la Tragedia de Once, entre otros. En buena parte de estos está involucrada la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Las mismas fuentes aclararon que la Oficina Anticorrupción se mantendrá como querellante en aquellas causas que estén en la etapa de juicio hasta se culmine con la recepción de prueba o haya una sentencia.
Según consignan desde la OA, el Estado seguirá representado en los expedientes a través de los fiscales. “Se puso a disposición del Ministerio Público Fiscal de la Nación los antecedentes de esos procesos garantizando la continuidad de los mismos”, explicaron.
En este sentido Crous señaló que el vínculo entre la OA y el Ministerio Público Fiscal es “tan estrecho y fluido” que sus tareas se “superponían”. “No tiene lógica que se dupliquen los esfuerzos del Estado. Nosotros decidimos no querellar en el gobierno anterior ni en el actual”, aseguró el funcionario que a su vez aclaró que “van a seguir presentando denuncias cuando corresponda”.
Crítico de la gestión de Laura Alonso en el organismo, señaló que “se encontró con un déficit general de la planta de personal" y deslizó que la OA cumplía “funciones de persecución”.
“El encuadre de la OA dentro del Ejecutivo cumpliendo funciones de persecución o investigación judicial ofrece la sospecha de que alguien puede usar ese recurso para cargar tintas sobre opositores y alivianar la mirada sobre quien lo designó. Es natural esa suspicacia. Por eso la oficina nunca terminó de hacer pie de manera razonable”, lanzó.
En mayo, la OA había abandonado las querellas en el juicio unificado por las causas Hotesur y Los Sauces, que aún no tiene fecha de inicio y en las que están acusadas la vicepresidenta Cristina Kirchner; sus hijos; y los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López. La decisión había sido duramente cuestionada por la oposición.
