"Fue un sacudón, una esperanza. Cambiar una atmósfera de pesadilla para volver a ser un país constitucional". Así recuerda la periodista y exintegrante de la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), Magdalena Ruiz Guiñazú, el clima que rodeó la histórica elección del 30 de octubre de 1983.
"Varias veces tuvimos que bajar la urna porque había gente enferma. Vino una persona en ambulancia a votar. Había muchas ganas de que llegara la democracia", rememora también la exsecretaria de la Conadep, Graciela Fernández Meijide, a María Laura Santillán sobre su labor en la inolvidable votación. Existía un clima de euforia democrática, pero todavía el poder estaba en manos de los militares, quienes desde el 24 de marzo de 1976 impusieron un régimen de miedo y opresión.
Ese no fue un domingo cualquiera. El último de octubre marcó el regreso a las urnas de millones de argentinos tras 7 años de dictadura. Y el 10 de diciembre, día en que el victorioso Raúl Alfonsín asumió la presidencia ante una Plaza de Mayo desbordante, marcó otro hito luego de los pesados años de plomo. Bombos, cantitos, gente en las calles. Imágenes de una campaña electoral y de un retorno a la vida democrática con ilusiones y tensiones forman parte de este programa que recopila un año que quedó grabado a fuego en la memoria colectiva nacional.
DEL EXILIO AL OSCAR
Norma Aleandro se había tenido que ir del país en 1976, luego de que le pusieran dos bombas en un mismo día. A poco menos de un año de volver del exilio, Luis Puenzo le propuso hacer la película La Historia Oficial. El rodaje se hizo por momentos en la clandestinidad y bajo amenazas. "Había un clima tan terrible que se vivía en Buenos Aires todavía", le recuerda Aleandro a María Laura. "Como ciudadana creía que había que decir eso", agrega.
En la película, Aleandro interpreta a Alicia, una profesora de historia que se entera de que su hija de 5 años era un bebé apropiado por la dictadura. "Hice la película como una ciudadano, no como una actriz. Yo no gocé esa película para nada", recalca. Aleandro detalló el clima de la época y sus sentimientos mientras rodaba la película que finalmente se estrenó en 1985 y en 1986 ganó un Oscar a mejor film de habla no inglesa.
LAS ELECCIONES SEGÚN TATO
Tato Bores fue un fino humorista pero, por sobre todo, un gran observador de la política y las costumbres argentinas. En sus famosos monólogos trató, a pesar de la censura y el pesado clima de la época militar, de hacer pensar, criticar y, al mismo tiempo, generaba risas.
Bores ya estaba prohibido con "Isabelita" y López Rega. Recién pudo volver a a la televisión en 1979. Pero bajo la atenta mirada militar. Alejandro Borensztein, productor e hijo de Tato, recuerda cómo vivió su padre el regreso a la democracia y cómo lo mostró en su programa dominical.
"Mi viejo se puso contento con el triunfo por Alfonsín más por nosotros que por él. Esa sensación de que uno quiere un país mejor para sus hijos. Mi viejo sentía eso: le alegraba más nuestra ilusión que otra cosa", le dijo Borensztein a María Laura.
EL PARTENÓN DE LOS LIBROS PROHIBIDOS
"Lo mejor que se me ocurrió hacer fue representar la primera democracia, que fue en Grecia, con uno de sus mitos más representativos que fue el Partenón". Así describe su idea la artista plástica Marta Minujín.
Minujín creó "El Partenón de los libros", una estructura construida con 30.000 ejemplares que habían estado prohibidos por la dictadura. Mirá en el programa qué libros estaban prohibidos y cómo recibió Buenos Aires al primer monumento a la democracia.
+++ Informe, Segunda parte: Conadep, el camino hacia la verdad
+++Informe, Tercera parte: La historia de los hijos del exilio