William Schlenker, condenado a candena perpetua junto a su hermano Alan y a otros tres exbarras de River por el crimen de Gonzalo Acro, manifestó que "no se probó nada" de lo que fueron acusados, y que espera el fallo de la Cámara Nacional de Casación Penal, que sería en un año. Es que todos los condenados seguirán en libertad, hasta que la sentencia quede firme.
En declaraciones al canal América, manifestó que la condena le "arruinó" la vida, y reiteró: "Nunca estuve prófugo, siempre estuve a disposición de la Justicia. El fallo me cayó muy mal. De hecho, ni mi hermano ni yo nunca obtuvimos ningún beneficio con la muerte de Acro". Y agregó que "no se probó nada, no hay pruebas suficientes" por las condenas.
No obstante, recordó se peleó con Acro: "Reconozco que me he agarrado a trompadas en la vida. Sé que está mal. No lo volveré a hacer. Y eso es lo único malo de mi vida", reconoció. El hecho ocurrió en la zona de los quinchos de River, cuando tanto él como su hermano se fueron a pelear contra Adrián Rousseau, líder de una de las facciones de la barra del club.
Schlenker explicó que que el día del crimen -cometido el 7 de agosto de 2007 en Villa Urquiza- se encontraba junto con su hermano Alan, Martín "Pluto" Lococo -condenado a diez años- y una persona de nombre Martín Rodríguez en Puerto Madero, en el momento del hecho.
Aseguró además que el crimen de Acro "tiene que ver con la barra", y aseguró que "ningún testigo dijo que vio a los Schlenker terminar con la vida de una persona". En este sentido, opinó que a Acro "no lo fueron a matar, querían darle un susto". Y afirmó que con estas condenas "quieren dar un ejemplo con River, para que no haya más lío en la cancha".
Por último, sostuvo: "No soy una persona peligrosa. Y, desde que se murió Gonzalo hasta que me detuvieron, no fui más a ver los partidos". Explicó también que nunca obtuvo plata del club: "Soy piloto de avión, trabajo de otra cosa. No necesito nada ni de River ni de nadie", concluyó.
