El 10 de junio iba a ser uno de los momentos más felices para una mujer de la localidad bonaerense de General Madariaga. Ese día se internó en un centro asistencial para dar a luz a su bebé y dejó a su otra hija, de 10 años, al cuidado de su pareja. De repente todo se volvió un infierno.
Al volver a su casa, en la calle Rivadavia al 1600, advirtió un cambio de conducta en la nena. La veía triste y un día la encontró llorando. La respuesta a su pregunta de qué era lo que le pasaba fue un golpe inesperado. Su padrastro la había violado mientras nacía su hermano.
La mujer hizo la denuncia inmediatamente y su pareja, al enterarse de la acusación, se dio a la fuga. Buscó refugio en Pinamar pero la policía le seguía los pasos y lo encontró en las últimas horas en una casa de la calle Cangrejos al 1000.
Los estudios médicos confirmaron después no solo la violación, sino que determinaron además que los abusos habían sido reiterados en el tiempo. La causa fue caratulada como "Abuso sexual con acceso carnal" y quedó a cargo del fiscal Juan Pablo Calderón.