La imagen de un colectivo de la línea 707 empezó a circular en las redes sociales este miércoles. La joven que la compartió usó ese medio para denunciar la insólita situación que vivió apenas se subió al interno 153 esa noche, para volver del trabajo a su casa. "Cerró la puerta, subió el volumen de la música y puso el cartel de 'Fuera de Servicio'", escribió en su publicación. Entonces empezó la película de terror.
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De acuerdo a la descripción de la chica, el chofer también bajó las luces dentro del vehículo y la miraba todo el tiempo por el espejo retrovisor. No había más pasajeros que ella sobre el colectivo y le llevó menos de cinco cuadras sentirse asustada. Se paró y tocó el timbre para bajar. Una vez, dos, tres. El conductor no detuvo su marcha.
"Por favor necesito bajar", sostuvo que le dijo Oriana, en el descargo que publicó en Facebook. Pero no le hizo caso y, en cambio, bajó un poco más las luces. El relato siguió : "Entro en pánico, vuelvo para atrás y veo por la ventana pasar una señora en bicicleta". Esa mujer era su oportunidad para escapar de esa pesadilla y golpeando los vidrios le pidió ayuda a los gritos.
Oriana sostuvo que tenía el cuerpo como paralizado y que no podía dejar de llorar. Pero la mujer la había visto y el chofer también se dio cuenta de eso. Recién en ese momento le abrió la puerta y la dejó bajar, no sin antes decirle con sarcasmo: "Apa, ¿tan rápido te vinieron a buscar?".
Tras la denuncia por acoso sexual, las autoridades de la empresa de transporte informaron que el conductor había sido separado preventivamente del servicio. Aún así, Pablo Terenzani, representante de Recursos Humanos de la Línea, dijo en Arriba Argentinos que habló con el chofer y este se despegó de las acusaciones. "No se hizo cargo de lo que pasó", afirmó.
"Trabaja hace 7 años con nosotros y nunca tuvo una denuncia", manifestó Terenzani. Después aclaró que "fue separado de servicio hasta que se esclarezca la situación". "Es algo muy serio, no podemos avalar algo así", concluyó.
