Una argentina fue secuestrada y asesinada en la selva colombiana por presuntos disidentes de la FARC. Se trata de Mónica Berenice Blanco Sossa, una guía turística que recorría una zona rural del municipio de Toribio, en el departamento de Cauca, en el sur del país.
Según detallaron autoridades locales, la mujer de 47 años fue secuestrada junto a dos israelíes, clientes de ella. Mónica negoció que liberaran a sus acompañantes. El grupo armado accedió a su pedido, pero reclamó rescate por ella.
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“Los israelíes regresan en el vehículo sin inconveniente y ella se queda como garante. Hubo una exigencia económica a su compañero de empresa, pedían 300 millones de pesos (unos 100 mil dólares) por su liberación", explicó el coronel Fabio Rojas, comandante de la Policía del Cauca, a Caracol Televisión, citada por Ansa. Se desconoce si el pago se realizó.
El cuerpo de Mónica fue encontrado con seis impactos de bala. Se cree que estuvo ocho días en poder de sus captores. El propietario de la compañía de turismo lamentó lo sucedido y dijo que es un golpe para la visita de extranjeros a la región.
El "tour del cannabis"
La empresa turística para la que trabajaba Mónica es reconocida en ese país por llevar extranjeros en lo que es conocido como el "tour del cannabis". En su sitio de Internet, Colombia Cannabis Tour ofrece visitas guiada y bilingües a cultivos de marihuana de comunidades indígenas en los que se explica el "proceso de cultivo, corte y secado y producción del aceite cannábico", con fines medicinales.
Los recorridos organizados por la agencia turística donde trabajaba la víctima tienen autorización, ya que las plantaciones de marihuana están permitidas desde que en 2016 el país legalizó el uso medicinal y terapéutico del producto.
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Colombia fue el cuarto país en permitir el uso de la marihuana con fines medicinales en América Latina, después de Chile, Puerto Rico y Uruguay. La decisión fue polémica debido a que el país es uno de los principales productores de drogas en el mundo.
Este año, Colombia tiene autorización de las Naciones Unidas para producir 40,5 toneladas de marihuana para uso medicinal, "lo que equivale al 44 por ciento de los cupos del mundo de cultivos medicinales", según informó en febrero pasado el viceministro de Justicia, Carlos Medina.
