El jueves al mediodía Juan Domingo Alvarez salió de su trabajo como todos los días y atravesó la Plaza Miserere, en el barrio porteño de Once. Fue entonces cuando lo interceptó una pareja para robarle. Unos segundos más tarde, estaba muerto.
La primera en atacarlo fue la mujer. Ella le pegó un golpe en la cara que lo tiró al piso y ese fue el momento que aprovechó su cómplice para quitarle lo que llevaba encima.
Los dos delincuentes escaparon corriendo mientas la víctima intentaba levantarse. Los testigos relataron que Álvarez se revisó los bolsillos y empezó a caminar hacia la esquina de Bartolomé Mitre y avenida Pueyrredón. Solo pudo dar unos pasos antes de caer desvanecido.
Cuando la policía llegó al lugar ya estaba muerto y la principal hipótesis es que sufrió una insuficiencia cardíaca por el estrés del robo. Tenía además una lesión en el cara y en uno de sus dedos.
La investigación quedó en manos de la fiscal Ana Yacobucci, que ya pidió las cámaras de seguridad de la zona en busca de alguna pista que permita identificar a los sospechosos.
