Después de un año, la investigación por el femicidio de Chiara Páez sigue teniendo como único detenido a su novio, un adolescente de 16 años, ya que los estudios de ADN que se le hicieron a los objetos de la madre y el padrastro del sospechoso resultaron negativos.
Cuando encontraron su cuerpo, estaba enterrado en el jardín de los abuelos del menor. Chiara tenía 14 años y estaba embarazada. Para su papá, Fabio Páez, nunca cerró la hipótesis de que el asesino, aunque confeso, haya actuado solo. “Chiara pesaba 68 kilos y hacía hockey, una sola persona no la hubiera podido manejar jamás”, señaló.
Por eso, las sospechas alcanzan a los otros cuatro adultos involucrados en el caso que cumplieron durante un tiempo con la prisión preventiva. Se trata de la madre del detenido, su pareja y los abuelos. Todos bajo sospecha todavía. Todos libres.
El dolor y la impotencia de quedarse en el mismo lugar que los dueños de la casa donde encontraron a su hija, la posibilidad de cruzarse con sus asesinos por la calle, alejaron al hombre de Rufino, donde vivía desde que tenía memoria. Se mudó con toda su familia a Mendoza.
Sin embargo, el recuerdo de Chiara y la necesidad de justicia lo siguen acompañando. Hace unos días, ella hubiera cumplido 15 años. "Cada vez que me entero que golpean, violan o matan a una mujer me parece ver a Chiara", escribió en su perfil de Facebook. Hace un año, el asesinato de su hija fue lo que motivó la masiva marcha del #NiUnaMenos.