La Cámara de Casación bonaerense deberá analizar un pedido de nulidad del fallo por el que cinco hombres fueron condenados tras asaltar en 2006 el Banco Río de Acassuso, norte del Conurbano, hecho que se conoció como "el robo del siglo".
El planteo, conocido ayer, fue realizado la semana pasada por el abogado Sergio Arenas, defensor de Sebastián García Bolster, uno de los cinco condenados por el robo. El letrado aseguró que habría una grabación en la que el fiscal del juicio, Gastón Garbus, presuntamente preparó a una testigo clave del caso para incriminar a los acusados a cambio de favorecer la situación de su hijastro.
En declaraciones radiales, Arenas dijo que pidió a Casación "la nulidad del proceso porque fue llevado en forma ilícita" contra su cliente, Sebastián García Bolster, quien recibió una pena de nueve años de cárcel.
El abogado le pidió a la máxima instancia penal bonaerense que desgrabe y analice una conversación en la que supuestamente el fiscal Garbus prepara a la testigo Alicia Di Tulio, y desoye sus denuncias sobre intimidaciones y aprietes que sufrió para incriminar a los acusados durante la instrucción de la causa.
"En esa conversación lo que se vislumbra es una inducción al falso testimonio por parte del fiscal a la testigo. Hay un pacto supuesto entre la testigo y el señor fiscal. Ella se compromete a ayudar en la causa a cambio de desafectar de la causa a otro imputado (Gastón de la Torre), el hijo de su pareja", agregó Arenas.
Según el abogado defensor, "lo más grave es que en la conversación la testigo le informa al fiscal cómo se falsificaron actas con su declaración, y el fiscal le dice 'eso no interesa'".
Arenas también reveló la desaparición de un acta clave de la causa en la que Di Tullio denunciaba que su declaración anterior donde da nombres de quienes participaron del asalto "había sido tomada bajo presión, apriete".
El 13 de enero de 2006 una banda tomó 23 rehenes en la entidad financiera del norte del conurbano para cubrir el robo a 145 cajas de seguridad del banco y ganar tiempo para escapar con unos 19 millones de dólares que había tanto en la Tesorería como en los cofres privados de los clientes.
La fuga se concretó a través de de un túnel de 15 metros de largo que les permitió llegar a un desage pluvial, donde los estaba esperando un cómplice. Del botín se recuperó el 18 por ciento del dinero robado y unos ocho kilogramos de joyas, según se supo en el transcurso de la investigación.
En mayo de 2010 el Tribunal Oral Criminal 1 de San Isidro dictó condenas para la banda que fue juzgada: Mario Vitette "El Uruguayo" Sellanes recibió 21 años y medio; Rubén de la Torre recibió 15; Fernando Araujo, 14; Julián Zalloechevarría, 10 años, y el mencionado García Bolster, 9.
La clave para dar con la banda fue justamente la declaración de Di Tulio, ex pareja de De la Torre. En junio pasado, Vitette Sellanes, considerado "el cerebro" del famoso robo, fue expulsado del país por orden de la Justicia, que dispuso que vuelva a Uruguay y se le impida regresar a la Argentina.
La estrategia de Vitette Sellanes fue recurrir a la Ley Nacional de Políticas Migratorias, que prevé que todos aquellos extranjeros que cometan delitos graves y sean condenados a más de tres años de prisión pueden ser expulsados del país al cumplir la mitad de sus penas.
La Fiscalía y la Justicia de primera instancia se opusieron, pero la Sala III de la Cámara de San Isidro le dio la razón y aceptó el pedido de "extrañamiento" que había formulado la defensa del uruguayo.
Con su expulsión de la Argentina, Vitette Sellanes estuvo tres años y medio preso a pesar de haber confesado en agosto de 2010 en un juicio abreviado que había participado del hecho.
