Carlos Eduardo Robledo Puch, uno de los asesinos seriales más famosos del país, pidió a la Justicia que le conceda la excarcelación, tras pasar más de cuatro décadas preso, o en caso contrario le aplique le pena de muerte –que no existe en la legislación argentina- mediante “una inyección letal”.
"Como me siguen negando la libertad, ¿por qué no me cambian la pena por una inyección letal?", desafió Robledo Puch en una carta dirigida a la Suprema Corte bonaerense.
El preso que mayor tiempo lleva encerrado en el país remitió la carta a través de su abogado, Carlos Villada, quien además insistió en el pedido de excarcelación por el tiempo que lleva tras las rejas el condenado, superior a todos los plazos que convierten a una sanción penal en una “pena cruel e inhumana”.
El abogado Villada explicó que computando la ley del 2 x 1 hasta que fue derogada, Robledo Puch -detenido en un pabellón del penal de Sierra Chica- lleva en prisión más años que los de su propia vida.
Técnicamente, Robledo Puch está en condiciones de salir en libertad desde mediados de los años '90, pero la Justicia le rechazó reiteradamente sus pedidos excarcelatorios porque considera que no está en condiciones de reinsertarse socialmente.
El condenado cumple pena por diez homicidios agravados, un homicidio simple, 17 robos y dos casos de abuso deshonesto (hoy “abuso sexual) cometidos entre 1971 y 1972.