La Corte Suprema falló en contra de la absolución de Néstor Alberto Horisberger, uno de los tres imputados por el homicidio del joven Matías "Jano" Fernández en marzo de 2011, a la salida del boliche "Fantástico", del barrio porteño de Balvanera, con golpes en la cabeza con un bate de béisbol. La razón que se dio fue la incorrecta presentación del abogado defensor. De esta manera, la causa sigue vigente tanto en la Procuradoría General con la Corte Interamericana.
El máximo tribunal, según un fallo que se conoció hoy, rechazó una apelación presentada por el padre de la víctima, Jorge Fernández –patrocinado por la abogada Patricia Cozzo Villafañe- contra una resolución de la Cámara de Casación que anuló la condena de ocho años de prisión contra Horisberger y dispuso su absolución.
También quedan por resolver aún las últimas apelaciones de los dos condenados por el crimen, Hernán Mendieta (21 años de prisión) y Leonel Bufanio (24 años de cárcel).
Mendieta, Bufanio y Horisberger fueron condenados en 2012 por el tribunal oral número 13; en el caso de los dos primeros, a las mismas penas, y el tercero a ocho años de cárcel, pero la Sala Segunda de la Casación en marzo de 2013 anuló las condenas por falta de fundamentación, apartó al tribunal oral número 13 y ordenó que otros jueces dictaran un nuevo fallo.
En ese fallo resultó absuelto Horisberger, quien no participó directamente cuando se produjo el ataque contra Fernández sino que permaneció en el auto en el que se desplazaron los agresores, y por eso la Casación consideró que no había tenido responsabilidad en el crimen.
A revisar las actuaciones los jueces del tribunal oral 28, Carlos Chediek, Carlos Rengel Mirat y Federico Salvá, no volvieron sobre su situación, por lo que sólo quedaba pendiente el pronunciamiento de la Corte Suprema para determinar si finalmente resultaba confirmada su absolución.
Por razones formales, la Corte –con las firmas de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi y Juan Carlos Maqueda, declaró inadmisible la última apelación y, de esa manera, ratificó la inocencia de Horisberger con fuerza de “cosa juzgada”.
