El juez federal Luis Rodríguez indagó desde el mediodía del lunes a los dos ciudadanos iraníes detenidos con pasaportes falsos. Sajjad Samiel Naseran y Mashoreh Sabzali intentaron explicar el motivo por el cual burlaron el control de Migraciones al llegar a la Argentina.
Como ninguno de los dos habla español, la declaración se llevó adelante con la presencia de un traductor persa. Él explicó que utilizó esos documentos para escapar de su país por un caso de adulterio que podría costarle la vida.
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Ambos fueron llevados desde la Alcaidía de tribunales al cuarto piso de Comodoro Py 2002, sede del juzgado de Rodríguez, para la declaración indagatoria, luego de mantener una entrevista con su defensor oficial.
La primera en bajar del camión de la Policía Federal para declarar fue Mashoreh Sabzali, de 30 años, que rodeada de policías ingresó esposada al lugar y poco después cumplió el mismo procedimiento que Saijad Samiel Naseran, de 27, con chaleco antibalas y casco. Los dos iraníes están imputados por el delito de falsificación de documento público.
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Con la asistencia del traductor, el hombre insistió en que estaban "huyendo", luego de que él se enamorara de una mujer casada y que luego conoció a Mashoreh Sabzali, su actual pareja. También afirmó que pensó en pedir asilo político pero desistió de hacerlo.
Sin embargo, para el embajador de Israel en la Argentina, Ilan Sztulman, ambos podrían tener vínculos con el terrorismo. Además, indicó que la llegada de la pareja persa estaría ligada al acto que tuvo lugar en conmemoración al atentado a la sede diplomática.
Por la investigación hubo allanamientos a funcionarios de Migraciones que autorizaron el ingreso de la pareja tras llegar al aeropuerto internacional de Ezeiza. La justicia continúa analizando las cámaras de seguridad de la terminal y de los hoteles -cambiaron de hospedaje varias veces-, mientras que también trabaja sobre los teléfonos que les secuestraron.
Al momento de quedar detenidos manifestaron que habían escapado de su país a través de Turquía y que luego fueron a Grecia, donde habrían sido expulsados como ilegales. Según su explicación, desde allí se dirigieron a España, donde habrían conseguido los pasaportes adulterados con los que finalmente llegaron a la Argentina.
