Unos minutos antes de las 8 Sebastián Wagner entró custodiado y cubriéndose la cabeza con un casco a los tribunales de Gualeguay. Poco después fue el turno de Gabriel Otero y el último fue Néstor Pavón. Los tres se sentaron hoy por primera vez en el banquillo, acusados por el abuso sexual y homicidio calificado por alevosía y femicidio de Micaela García.
"Van a ser unas semanas complicadas pero son necesarias para que se haga justicia", sostuvo esta mañana en TN Néstor, el papá de la joven de 21 años asesinada. Con la declaración prevista de 57 testigos, sin público ni cámaras, se espera que a mediados de octubre se dicte sentencia.
La decisión de que las audiencias fueran a puertas cerradas la tomó la familia. "No queremos que se haga un show de algo tan duro", sostuvo García y explicó: "Queremos recordar la vida de Micaela y no cómo la mataron".
La joven fue secuestrada la madrugada del sábado 1° de abril, cuando volvía a su casa de bailar. Sus asesinos la siguieron en un auto, la subieron por la fuerza, la violaron por turnos y después la mataron. Su cuerpo apareció recién una semana después.
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Por el hecho, Wagner se encuentra detenido en una cárcel en el norte de la provincia. La pareja de la mamá de Wagner, Fabián Ecohsor, fue condenado en un juicio abreviado a dos años y medio de prisión efectiva por haberlo ayudado a ocultarse en Buenos Aires. Su hijastro, Gabriel Otero, acusado de encubrimiento, espera que termine el proceso en libertad y Néstor Pavón, el dueño del lavadero donde trabajaba Wagner, sindicado como coautor del crimen, cumple prisión domiciliaria por tener un bebé de un año.
"A Mica nunca se le borraba la sonrisa", recordó su papá, que desde su muerte lleva adelante una fundación con su nombre para ayudar a los que más necesitan. "Queremos cumplir el sueño que ella tenía", manifestó.
