Juan Sebastián Santos Marroquín, hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria, está procesado desde hace casi un mes por el delito de lavado de activos provenientes del tráfico de drogas pero insiste en su inocencia. En las últimas horas, sostuvo que es una víctima de "bullying judicial y mediático".
"Estoy indignado y consternado porque siento que me están violando todos los derechos humanos que tengo como persona y definitivamente no estamos ante un debido proceso. Esta situación la bautizo como un bullying judicial y mediático donde se pretende hacer uso de nuestras identidades, parentescos y nacionalidades como la única prueba de cargo", dijo el arquitecto de 41 años al diario La Nación.
La viuda de Escobar y los dos hijos que tuvo con él se radicaron en Argentina a mediados de los '90, poco después de la muerte del capo narco. Todos ellos se cambiaron de nombre. Sin embargo, quedaron expuestos en 1999, cuando la Justicia los investigó por primera vez por falsificación de documento y lavado de dinero.
De esa causa fueron sobreseídos en 2005 pero, once años después, volvieron a quedar en la mira de la Justicia y terminaron procesados sin prisión preventiva por lavado de activos provenientes del narcotráfico. En la misma situación está el exjugador de Boca Juniors Mauricio "Chicho" Serna.
"Primero estaba tranquilo, porque si me iban a investigar, entonces se enterarían de que no hice nada de lo creen que hice", sostuvo el hijo del exlíder del cartel de Medellín. "Imaginé que serviría para algo mi intachable comportamiento de los últimos 25 años. Las pruebas que presenté son contundentes y ratifican mi inocencia", señaló.
Santos Marroquín cuestionó el trabajo del juez y de los fiscales y concluyó: "Culturalmente es muy difícil salir a decir 'nos equivocamos, la familia de Escobar Gaviria es inocente´. Es un costo político que nadie quiere asumir".
"El café de los angelitos"
La causa que lleva el nombre del icónico café porteño que se convirtió en una fachada del narcotráfico salió a la luz el 29 de septiembre del año pasado, cuando Gendarmería detuvo al empresario Mateo Corvo Dolcet en la zona norte del conurbano bonaerense. Ese mismo día, pero en Colombia, el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) arrestó al ganadero José Bayrón Piedrahita Ceballos.
// El Café de los Angelitos, la fachada del narco colombiano en la Argentina
La Administración para el Control de Drogas (DEA de los Estados Unidos) les informó a los gobiernos de Colombia y al de la Argentina que el ganadero en realidad era un narcotraficante de Medellín y que el empresario le lavaba dólares en Buenos Aires. Se presume que fueron 15 millones.
En uno de los operativos, los investigadores encontraron un documento clave: la viuda y el hijo de Pablo Escobar firmaron el 15 de febrero de 2011 un contrato con Corvo Dolcet porque ellos le presentaron a Piedrahita Ceballos. A raíz de ese acuerdo, la familia del exlíder del Cartel de Medellín consiguió un 4,5% de comisión por los futuros negocios entre el argentino y el colombiano.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos incluyó el 4 de mayo de 2016 a Piedrahita Ceballos en la Lista Clinton, la lista negra creada por el expresidente Bill Clinton para combatir a las personas y empresas investigadas por sus relaciones con el dinero narco en todo el mundo.